Antesala del mítico Ferrari 250 GTO, el 250 GT SWB se presentó en el Salón de París de 1959. Fue una de las tres berlinettas que la marca del cavallino rampante produjo entre los años 50 y 60 y, concretamente, el primer Ferrari con frenos de disco. Su motor V12 había sido reconstruido por completo con respecto a su predecesor el 250 GT Tour de France, con las bujías especialmente recolocadas y con nuevos muelles y válvulas de admisión y ello permitió que su potencia se elevara hasta los 280 CV, lo que le convertía en el Ferrari más potente producido hasta la fecha a excepción del muy exclusivo 410 SuperAmérica (340 CV).
El 250 GT Berlinetta de Passo Corto sintetizaba la idea de un coche de carretera que pudiera tener éxito en la competición. Apenas unas leves modificaciones (bujías más frías, neumáticos de carreras y unas barras antivuelco) servían para transformar el coche de calle en un coche de competición capaz de luchar por la victoria en su categoría en cualquier circuito. Su rendimiento mostraba a las claras su vocación competitiva, acelerando de 0 a 100 km/h en 6 segundos y alcanzando los 245 km/h de velocidad punta. Pero sobre todo destacaba por la recortada distancia entre ejes que ofrecía, 240 cm menor a la de los 250 GT Berlinetta, lo que mejoraba notablemente su manejo con respecto a estos.
El nuevo RML Short Wheelbase mantiene las proporciones clásicas del 250 GT SWB de 1959
Es uno de los Ferrari más elegantes jamás construidos, con un diseño de suaves líneas y frontal alargado obra del maestro Pininfarina, que rápidamente cautivó a los millonarios de la época (entre ellos a Steve McQueen) cuando llegó al mercado su versión Lusso, con la carrocería elaborada en acero, pero con el capó, las puertas y la tapa del maletero en aleación que reducían el peso del coche en 91 kilos. Compensado, de brutales prestaciones y una excelente maniobrabilidad, lo mejor del coche sin duda eran sus potentes frenos.
Sin duda el 250 GT SWB Passo Corto marcó su época y ahora, RML Group quiere revivir aquellos años produciendo una edición actualizada del modelo y limitada a 30 unidades a la que denomina RML Short Wheelbase. RML es un reconocido especialista en ingeniera de vanguardia y alto rendimiento, creador de soluciones excepcionales y rentables para los fabricantes de equipos originales (OEMs) de sectores como la automoción, defensa, aeroespacial. Su último proyecto es el RML Short Wheelbase, un vehículo inspirado directamente en el Ferrari 250 GT SWB Passo Corto que integra el inspirador y evocador diseño de Pininfarina de los años 50-60 con la avanzada tecnología actual.
Desarrollado por uno de los equipos de ingeniería más respetados de la industria automotriz, la carrocería de acero deja ahora su lugar a una elaborada completamente a mano en fibra de carbono. El nuevo RML Short Wheelbase (batalla corta) mantiene las proporciones clásicas del 250 GT SWB de 1959, aunque su tamaño real es sensiblemente mayor. La línea, estilo y diseño exterior del coche se ha mantenido pese a ello prácticamente invariada salvo en pequeños detalles. Mantiene el modelo sus características básicas y conservado características típicas del mismo como las luces traseras verticales apiladas o la boca de llenado expuesta del depósito de combustible, aunque adopta otras más actuales como la parrilla delantera aparentemente cortada en virutas o las rejillas de aireación abiertas tanto en el capó como justo por detrás de cada paso de rueda y en el capó que han sido cuidadosamente rediseñadas para darles un aspecto mucho mas moderno y actual.
El resultado es un automóvil que integra una serie de discretas características modernas que lo transforman en un GT rápido y utilizable, capaz de tragar grandes distancias con un grado de comodidad y conveniencia como no podrían haberse soñado hace 60 años. Un Grand Routier rápido y utilizable del más alto nivel, realizado cumpliendo los más elevados estándares de los batalla corta.
Bajo el capó delantero se esconde un motor Ferrari V12 de 5.474 cm3 que rinde 485 CV de potencia máxima y entrega 568 Nm de par máximo, que se ofrece acoplado a una transmisión también de origen Ferrari que envía todo su potencial al eje trasero mediante una caja de cambios manual de compuerta abierta de seis relaciones de marcha. Es decir, un motor de prácticamente el doble de capacidad del que en su día montaba el modelo original de 1959 y que prácticamente duplica el rendimiento de aquel, aunque en este caso su velocidad máxima se haya autolimitado a 240 km/h. Pese a ello, el coche acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, prácticamente 2 segundos por debajo de los 6 que empleaba la berlinetta de Ferrari en hacerlo.
La ergonomía de la cabina también ha sido especialmente estudiada. Las nuevas dimensiones del coche permiten acoger ahora a ocupantes de hasta dos metros de altura sentados cómodamente en asientos exquisitamente acabados y decorados, que además se ajustan eléctricamente. Todo un cambio.
Sin embargo, lo que se ha procurado mantener a toda costa es el estilo interior clásico del modelo… aunque está completamente trufado de moderna tecnología. Es un claro trampantojo, pues pese a su marcado aspecto analógico el RML Short Wheelbase cuenta con navegación vía satélite, aire acondicionado, elevalunas y retrovisores regulables eléctricamente, portavasos, conectividad para smartphones, así como numerosas tecnologías modernas que se han integrado de manera ingeniosa y discreta por todo su habitáculo.
“Es un coche equilibrado y bonito, pero a la vez de carácter decidido y seguro”, así lo define Jonathan Bowen, jefe de diseño de RML. Un Grand Routier rápido y utilizable que se inspira en las grandes leyendas de las carreteras y carreras de antaño, para ofrecer a los ocupantes comodidad y conveniencia del siglo XXI.
El interior es una auténtica obra de arte. Aunque la cabina parece analógica, técnica y ergonómicamente es todo lo contrario. El interior es ligero y espacioso, con excelente visibilidad delantera y trasera. Cuenta con columna de dirección ajustable en altura y profundidad, algo nunca visto en modelos de los años 40, 50 o 60 del pasado siglo; y con, asientos multiajustables hechos a medida, tapizados opcionalmente en cuero o Alcantara. Para el acabado interior se ha buscado en todo momento huir del empleo de cualquier tipo de material plástico, por lo cual cada botón o mando se ha elaborado a medida mediante desarrollos internos en los que únicamente se han empleado materiales como el aluminio mecanizado, el vidrio, la fibra de vidrio o el cuero.
El sistema de información y entretenimiento también es completamente exclusivo y ha sido específicamente para su instalación a bordo de este coche. Ofrece todo cuanto puede incorporar cualquier sistema instalado en un modelo de gama alta con conectividad mediante Apple CarPlay y Android Auto y se encuentra perfectamente oculto por completo a la vista, apareciendo desde el túnel de la transmisión cuando es necesario.
El RML Short Wheelbase se pondrá a la venta durante el último trimestre del presente año, aunque todavía no ha trascendido cual será su precio. Como dijimos anteriormente, la producción prevista se va a limitar a tan solo 30 unidades, las primeras de las cuales comenzarán a entregarse a sus futuros propietarios durante el primer trimestre de 2022.
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