Dos empresas, dos marcas se disputan actualmente el honor de “reproducir” las esencias del icónico Ferrari 250 GT SWB de 1959.
El Ferrari 250 GT SWB de 1950 aportaba como principal novedad frente a su predecesor, el modelo LWB del mismo nombre el disponer de una distancia entre ejes recortada en nada menos que 20 cm, una compacidad que le aportó un gran éxito en el mundo de la competición gracias a que la corta distancia entre ejes del modelo le permitía disponer de un mejor manejo sobre el asfalto, tanto de las pistas de carreras como de las carreteras abiertas al tráfico. Aquello hizo que las 167 unidades producidas del modelo de Maranello figuren entre las de mayor cotización de la historia de la marca italiana y se hayan convertido en uno de los coches más codiciados por los mejores coleccionistas del mundo.
Y ahora, hay dos fabricantes que “compiten”, por así decirlo, por convertirse en los herederos directos de aquellas míticas condiciones que ofrecían los Ferrari 250 SWB de 1959. Dos preparadores británicos, GTO Engineering y RML acortan en lo posible las fechas para la presentación definitiva de sus respectivos vehículos.
La primera prepara el Squalo, del que ya hemos hablado en ocasiones dentro de este blog, mientras que la segunda acaba de mostrar las imágenes definitivas del suyo, el RML ShortWheelBase (SWB). RML calcula que serán aquellos coleccionistas con mayor solvencia económica y que no pueden acceder a disponer de una unidad del modelo original de Ferrari los que puedan o quieran disponer de una de estas réplicas del 250 GT SWB. Pero también aquellos que disponen de una versión original pueden querer disponer de esta nueva y moderna “generación” del modelo, dotada de la tecnología más actual, bien para usarla a diario en sus desplazamientos, bien para exponerla al lado de una de las principales joyas de sus respectivas colecciones.
Y es que, sin duda, el redondeado diseño del 250 histórico se reproduce fielmente en el RML SWB, donde se replican fielmente numerosos de los atractivos detalles de diseño del modelo original, como pueden ser la parrilla de su radiador, el trío de ópticas dispuesto a ambos lados del coche, la ausencia de paragolpes vistos o la atractiva toma de aire que se abre en su capó. O, ya en la trasera del vehículo, la tapa exterior vista del depósito de combustible, las luces traseras dispuestas de canto o la doble salida de escapes dobles con sus remates pulidos.
El redondeado diseño del Ferrari 250 GT SWB histórico se reproduce fielmente en el RML SWB
El RML ShortWheelBase también replica las salidas de aire abiertas en diagonal tras los pasos de rueda de su predecesor, un importante detella de estilo que además permite refrigerar los elementos del potente equipo de frenos que se oculta tras las ruedas de radios multiples en las que, por desgracia, no ha sido posible recuperar las tan atractivas tuercas de mariposa que el modelo original montaba en el centro de sus llantas y que tanto éxito tuvieron en su época.
Todo el cuerpo de la réplica del SWB se ha elaborado mediante el empleo profuso de carbono, gracias a lo cual el conjunto de la carrocería apenas 40 kilos. Sin embargo, no todo es tan perfecto como aparenta ser. La base del coche es la de un Ferrari 550 Maranello actual de 4,55 m de largo, lo que si bien aporta otro tipo de ventajas, a la hora de replicar el diseño exterior del SWB provoca que determinadas proporciones del modelo final resultante sean un tanto desafortunadas.
Así, el SWB mide 4,26 m de largo, 1,95m de ancho y ofrece un peso total de 1.470 kg. Unas dimensiones que permiten acoger al V12 atmosférico de alimentación natural y 5,5 litros de capacidad que se monta en el vano motor del SWB con una inclinación de 65°. Esta mecánica es original de Ferrari, aunque para su uso en la réplica ha sido retocada tanto en su sistema de admisión como en el sistema de refrigeración se refiere para su adaptación al espacio disponible a bordo del coche. En el ShortWheelBase también se ha modificado la salida de los gases de escape, que ahora lo hacen libremente a través de un tubo elaborado específicamente a medida.
El 12 cilindros aporta 485 CV de potencia máxima a 7.000 rpm y entrega 568 Nm de par máximo a 5.000 rpm. Lo hace acoplado a una transmisión manual de seis relaciones de marcha, también de procedencia italiana que envía todo su potencial al eje trasero. Aunque aún no se han homologado los rendimientos del SWB, los ingenieros de la marca indican que el deportivo lleva la aguja del odómetro hasta los 100 km/h partiendo de parado en apenas 4,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 298 km/h. Cifras sin duda mejorables, pero hay que considerar que el nuevo modelo de RML no ha sido creado como un modelo destinado a la competición.
“El Short Wheelbase no fue diseñado para competir con la aceleración o la velocidad máxima de un superdeportivo típico” ha comentado Michael Mallock, director gerente de RML. La idea del preparador británico ha sido en todo momento la de posicionar a la replica del Ferrari 250 GT como un modelo destinado a su uso en carreteras abiertas, razón por la cual se ha buscado ante todo que el coche ofrezca una experiencia de conducción lo más parecida posible a la del modelo original, al tiempo que el vehículo se adapta a las especificaciones personales que sus propietarios soliciten.
Una experiencia de conducción que comienza por la calidad de los materiales empleados en la elaboración del coche. “Cuanto se ve a bordo del coche y se puede tocar son materiales como el aluminio mecanizado, fibra de vidrio o cuero. En la realización hemos procurado huir al máximo posible del uso de materiales plásticos. El mantra ‘sin plástico’ ha sido recurrente durante todo el proceso de producción”, comenta el diseñador jefe de RLM Jonathan Bowen.
El diseño interior, al igual que el exterior, sigue las líneas clásicas del modelo, pese a incorporar elementos de estilo modernos y avanzadas tecnologías. Así, por ejemplo, los asientos —tapizados en cuero o Alcantara— cuentan con regulaciones eléctricas que le permiten acoger a ocupantes de hasta 2,00 m de altura (están optimizados para los de 1,80 m), gracias también a que ahora la columna de dirección se ajusta en altura y profundidad.
También son de nuevo cuño la disponibilidad de aire acondicionado a bordo, los posavasos o los elementos que facilitan la conectividad de smartphones y tablets mediante el uso de los sistemas Apple Carplay o Android Auto, la pantalla táctil de siete pulgadas con sistema de navegación integrado y radio DAB.
La producción del coche ha dado ya comienzo durante este primer trimestre de 2022. Según RML tan solo está previsto realizar 30 unidades del modelo para todo el mundo, El fabricante británico contempla al menos inicialmente limitar la producción a un total de 30 unidades que comercializará al precio básico de 1,62 millones de euros, a los que habrá que añadir los impuestos.
Está por ver cual de los dos proyectos, el GTO Squalo o este RML ShortWheelBase tendrá más éxito, aunque lo realmente preocupante será saber si el mercado estará preparado para afrontar esta dualidad en la reedición de un clásico como el Ferrari 250 GT SWB.
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