Cuando uno recorre el desierto encontrarse con vehículos de 250.000 libras no es muy frecuente; y cuando eso pasa por lo general el vehículo con el que nos cruzamos suele ser un camión que atraviesa el desierto a gran velocidad participando en una prueba de competición. Desde hoy eso se ha acabado. Rolls Royce presenta el Cullinam, su primer SUV de gran lujo destinado al segmento de los vehículos Off road.
Con el Cullinam, Rolls Royce sale del asfalto por primera vez, buscando ofrecer a sus clientes un vehículo capaz de conquistar los terrenos más difíciles y desafiantes y que les permita disfrutar de las increíbles experiencias que proporciona circular con un vehículo por plena naturaleza disfrutando de todo tipo de aventuras. Cullinam es “el Rolls Royce de los SUV”, una expresión que lo dice todo en sí misma y que explica con claridad lo que el fabricante británico persigue con este coche.
El Cullinam Sephire Black surge de la inspiración y el deseo de un jeque árabe de poder disfrutar de la famosa “Magic Carpet Ride”, —la alfombra mágica sobre la que sienten transportarse los clientes de la marca—, desplazándose sobre las arenas del desierto cruzando las dunas igual que si paseara por la campiña británica. El propietario del vehículo solicitó a Rolls Royce la fabricación de tan exclusivo modelo simplemente con la intención de divertirse sobre las arenas del desierto con él. El Cullinam es el primer SUV de la marca y es tan exclusivo que en un comunicado de prensa con 32 imágenes del coche, apenas se dan diez líneas de texto sin ofrecer ni un solo dato técnico del coche.
Se trata de un modelo completamente exclusivo creado ad hoc para el cliente, porque la producción de una serie limitada del modelo no está ni tan siquiera prevista, puesto que apenas hay propietarios de un Rolls Royce que quisieran embarcarse en este tipo de aventuras con su exclusivo coche. En Rolls Royce son de los que piensan que ni tan siquiera los vehículos eléctricos se ajustan al estilo de vida de sus clientes, a los que, sinceramente, no ven pendientes de sacar los cables de carga del maletero ni de andar pendientes de la carga de la batería mientras conducen su coche.
En todo caso, el Cullinam es un caro capricho por el que no habrá mucha gente dispuesta a pagar el más de medio millón de libras que cuesta.
Destinado a competir con modelos como los Lamborghini Urus o el Bentley Bentayga, Rolls Royce anunció el Cullinam Project en 2018, un vehículo cuyo diseño es fácilmente reconocible como un producto de la marca epítome del lujo que guarda grandes semejanzas con el resto de modelos de la gama. Desde su tradicional parrilla a la zaga, recortada en diferente forma a la del resto de modelos de la gama, el Cullinam ofrecer una imagen que evoca poderosamente a la que ofrecían los modelos clásicos del fabricante inglés. Su portón trasero se puede abrir por secciones o por completo, según el interés del usuario, dado que cuenta con dos piezas claramente diferenciadas. Para abrir o cerrar, basta con accionar un botón en la llave o accionar el sistema de apertura sin manos con sólo pasar el pie por debajo del paragolpes trasero.
Entre los detalles que le diferencia del resto, el Cullinam monta una suspensión neumática que desciende 40 milimetros para faciliar el acceso al interior del coche (como sucede en los últimos Phantom y Ghost).
Como en tantos modelos de la marca, el interior está desarrollado para satisfacer los gustos del cliente, tanto en su configuración, como en lo que se refiere a los materiales empleados y a la calidad de los mismos.
El Cullinam es el primer SUV de lujo con carrocería de tres volúmenes. Bajo su capó monta el poderoso motor V12 de 6,75 litros con el que la marca equipa a todos sus modelos. Ofrece 571 CV de potencia y 850 Nm de par.. El motor se ofrece en combinación con una transmisión ZF de ocho relaciones de marcha con reductora.