Hablar del SSC Tuatara no es como hablar de un coche completamente nuevo, aunque haya sido presentado este mismo año en mayo pasado durante el Salón del Automóvil de Filadelfia, ya que este súper deportivo lleva siendo noticias desde que en 2011 fuera mostrado como concept car. Lo que sucede es que ahora, tras casi una década de diseño, ingeniería y desarrollo el Tuatara no sólo se ha dado a conocer, sino que llega al mercado dispuesto a superar a todos sus rivales y a tratar de arrebatar los récords de velocidad en autopista y en circuito que ostentan, respectivamente, el Koenigsegg Agera RS y el Bugatti Chiron.
La primera de las cien unidades que SCC North America tiene previsto producir del Tuatara es la que se ha mostrado en Filadelfia y la que se ha sometido a las primeras pruebas de velocidad, cuyos resultados concretos aún no han sido comunicados, aunque ya hay medios que confirman que uno de los objetivos fijados ya se ha superado claramente. Pero mejor no nos anticipemos y sigamos con el relato.
El proyecto Tuatara nació bajo la denominación Exceed en 2009, cuando Jerod Shelby, fundador y CEO de SSC North América planteó la búsqueda de un nuevo modelo que sucediera al SSC Ultimate Aero, el caza récords de la marca que ostentó el récord Guinnes de Velocidad como el coche de producción más rápido del mundo entre 2007 y 2010, Shelby comenzó entonces a reunir a un amplio grupo de ingenieros, diseñadores y desarrolladores del mundo de la automoción y de la aeronáutica, así como a establecer nuevas colaboraciones con empresas líderes en distintos campos de la industria para lograr su objetivo. Para ello, aprovechó el excepcional emplazamiento de la sede de SSC North América en Richland en el estado de Wasinghton (EE.UU), una zona en la que se reúnen numerosas empresas del mundo de la aeronáutica, el diseño industrial y la producción de componentes avanzados.
“El equipo tenía que reflejar los logros que nos propusimos alcanzar, por lo que reunimos a los mejores de la industria para impulsar la visión del Tuatara. El equipo no sólo ha logrado esa visión original que planteábamos, sino que además la ha superado por un margen increíble”, manifestaba el propio Jerod Shelby durante la presentación del coche.
Por debajo de su fina piel de fibra de carbono, el Tuatara cuenta con un monocasco extremadamente robusto elaborado íntegramente en fibra de carbono y diseñado desde cero pensando en aspectos como la seguridad, durabilidad, el rendimiento del coche y su estética y diseño. Este monocasco sirve como elemento aglutinador de los distintos subconjuntos del coche, tanto del subchasis delantero como del trasero, al que van acoplados los ejes y esquemas de suspensiones del coche, así como la mecánica y todo el sistema de transmisión. El monocasco soporta todos los subconjuntos críticos del Tuatara así como los contornos que configuran la cabina ergonómica que rodea al conductor y su acompañante a bordo del coche.
La carrocería y la aerodinámica del Tuatara se desarrollaron bajo la dirección de Jason Castriota, diseñador de renombre internacional cuya trayectoria profesional le ha llevado a ocupar puestos de responsabilidad en marcas como Maserati o Ferrari. Bajo su mando el equipo de diseñadores ha creado una estética atemporal pero no por ello menos llamativa que ayudará al Tatuara a perdurar en el tiempo manteniendo su atractivo.
La aerodinámica ha sido igualmente estudiada a fondo para garantizar que el coche podría alcanzar los límites establecidos como objetivo. El Tuatara ofrece un coeficiente de resistencia aerodinámica sin precedentes, 0,279, gracias a lo cual el coche ofrece un excepcional equilibrio aerodinámico que se mantiene inalterable tanto circulando a 160 km/h como al hacerlo a 480 km/h. “Es un vehículo increíblemente estable y predecible, que infunde una confianza absoluta a su consultor”, afirma Jason Castriota.
Además del excepcional control de los flujos de aire sobre el coche, también se ha realizado un gran trabajo en materia de construcción ligera. Al haber recurrido mayoritariamente a materiales livianos como la fibra de carbono se ha conseguido el objetivo de aligerar el peso del coche al tiempo que se han reforzado las estructuras de seguridad sistemáticas en caso de impacto y se garantiza un diseño más duradero. Distintas áreas del monocasco son perfectamente visibles, tanto en el exterior del coche como en el interior, añadiendo el atractivo de la imagen deportiva que este material proporciona.
Para alcanzar el rendimiento necesario para superar a sus rivales, los ingenieros de SSC North America recurrieron a elaborar un motor completamente nuevo para el Tatuara partiendo desde cero. El propulsor está diseñado a medida para ocupar el espacio en el vano motor del Tatuara y responder a la fuerte exigencia en materia de prestaciones que el proyecto requiere. En colaboración con el especialista en motores Nelson Racing Engines y con el propio Tom Nelson involucrado en su desarrollo, se ha creado un imponente 5.9 litros V8 Twin Turbo de muy original diseño que incluye interesantes innovaciones, como por ejemplo su sistema de admisión forzada, que ya se ha convertido en una nueva referencia.
El rendimiento alcanzado es realmente magnífico. Ofrece 1350 CV de potencia máxima cuando se emplea gasolina de 91, cifra que se eleva hasta los 1775 CV si en lugar de gasolina se le hace funcionar con bioetanol E98 como carburante. En ambos casos, el motor gira a 8.800 rpm. La mecánica va acoplada a una transmisión secuencial CIMA de 7 relaciones de marcha integrada con el sistema Automat AMT de última generación que garantiza unas transiciones entre marchas suaves y precisas a muy alta velocidad. Estas se efectúan en apenas 100 milisegundos cuando el Tatuara circula en modo Track sobre el asfalto de las pistas de un circuito.
Integrados con la mecánica, el Tatuara dispone de distintos sistemas que facilitan al conductor exprimir el potencial del motor en combinación con la suspensión, la dirección, y las transiciones del cambio del vehículo en distintos modos de conducción. Así, el conductor puede optar entre tres posibles modos: Sport, Lift y el ya mencionado Track. El modo Sport, es la configuración predeterminada bajo la cual el Tatuara opera de forma habitual, con el coche circulando levemente en cuña, media pulgada más alto de atrás (4,5”) que de delante (4”) y la transmisión configurada para ofrecer cambios dóciles que faciliten su uso en un entorno urbano y con tráfico alrededor. Basta apretar un botón para seleccionar cualquiera de los tres.
En el modo Track, la altura del chasis con respecto al suelo se reduce a 2,75 “ en el eje delantero y 3,25” en el trasero, ajustando además la geometría de las suspensiones para favorecer un manejo extremo sobre la pista de un circuito y aumentando la capacidad de respuesta de la transmisión. Igualmente, este modo activa el funcionamiento dinámico del alerón trasero para variar la superficie de control del mismo y su altura en función de la carga aerodinámica que el coche va soportando según la velocidad alcanzada en todo momento. Con ello se consigue que los flujos de aire y la carga aerodinámica permitan mantener un mayor equilibrio direccional del coche en movimiento aportando una mayor precisión a la conducción del mismo. Durante las frenadas, el alerón trasero activo también varía su posición, alterando los flujos de aire sobre la zaga para brindar mayor estabilidad y facilitar con ello una mayor capacidad y calidad de frenado al Tuatara.
Por último, el modo Lift eleva la altura del coche en hasta 40 mm adicionales en el eje delantero para aportar un mayor espacio libre o distancia al suelo del coche. De esta manera es más cómodo circular sobre determinados tipos de asfalto, en zonas urbanas con badenes y topes para controlar la velocidad u otras superficies elevadas respecto del suelo. Igualmente es el modo a utilizar cuando se transporta el coche sobre una grúa.
Gracias a todo esto, el Tatuara ha homologado una velocidad máxima de 482 km/h, suficiente para superar a la acreditada por el Koenigsegg Agera RS en su récord Guinnes de velocidad en autopista fijado en 447,2 km/h que logró en 2017 al obtener la media alcanzada en las dos pasadas (ida y vuelta) por un mismo tramo de la Autopista 160 entre Pahrump y Las Vegas. Está todavía por ver si el Tatuara podrá superar al auténtico romperécords actual, el Bugatti Chiron, que con los 490, 484 km/h alcanzados sobre la pista de un circuito de competición mantiene el actual record de velocidad de un vehículo de producción. Próximamente el Tatuara intentará arrebatárselo, objetivo para el cual ha sido desarrollado y construido.
Récords y prestaciones aparte, poco más nos queda por decir del Tatuara, salvo comentar su interior, al que se accede a través de sendas puertas de apertura diédrica y funcionamiento completamente hidráulico tras presionar el botón correspondiente. El sistema facilita la entrada a su habitáculo, una espaciosa cabina dotada de un atractivo ciertamente impresionante, que no hace sino atraer miradas desde las aceras. El diseño de la cabina ha sido específicamente creado para facilitar el uso de cascos deportivos a sus ocupantes como una medida adicional de seguridad más.
A bordo del coche lo primero que llama la atención es la fibra de carbono expuesta, elemento que, como dijimos anteriormente, emerge directamente de la propia estructura dado que hay distintas partes de la misma que se visualizan de manera directa., dada la práctica ausencia de guarnecidos debido a la necesidad de aligerar el peso del coche al máximo. Todo a bordo se ha resuelto y elaborado pensando en el objetivo planteado: alcanzar la máxima velocidad posible. Así, a la ligereza de la construcción se le une una maximización de la capacidad de concentración del conductor en la pista que tiene por delante, razón por la cual todo a bordo está diseñado pensando en él. El conductor está perfectamente concentrado en su labor gracias entre otras cosas a la amplia pantalla digital HMI dispuesta tras del volante que ha sido diseñada para proporcionar la máxima información sobre la conducción de la forma más simple y directa posible para facilitar la navegación y la conducción a muy altas velocidades.
El volante, con paletas integradas en su parte posterior para facilitar los cambios de marcha de la transmisión, incorpora en su zona central distintos botones y conmutadores para el control de los distintos sistemas del coche sin necesidad de levantar las manos del mismo.
En la consola central, otra pantalla táctil fácilmente accesible permite al conductor acceder a todos los conmutadores, equipos de diagnosis y control de los distintos sistemas embarcados a bordo del Tuatara así como del equipo de infoentretenimiento a bordo para el acompañante. Un simple toque sobre la pantalla ya permite el acceso a los distintos modos de conducción, al control de la presión de los neumáticos, control del climatizador, equipo de sonido, etc.
SSC North America no ha comunicado el equipamiento que el Tatuara ofrece de serie, pero si ha comentado que este puede ser altamente personalizable gracias a la muy amplia y extensa lista de opciones que ofrecerá a sus clientes, con vistas a permitir que cada unidad de las 100 que apenas está previsto producir sean auténticamente exclusivas y adaptadas al gusto particular de sus propietarios
Todas ellas se venderán a través de un único concesionario, Manhattan Motorcars, sito en Nueva York a un precio que si bien no se ha comunicado, podría rondar los 1,3 millones de dólares, siempre teniendo en cuenta que el coche es tan altamente personalizable que esta cifra puede incrementares en varios cientos de miles más, hasta donde alcance la cartera de su propietario..