La casa de subastas Bonhams sacará próximamente a la puja uno de los modelos más icónicos jamás producidos por la marca deportiva alemana, el Porsche 550 Spyder de 1953, un vehículo con el que la marca de Zuffenhausen (Stuttgart) se estrenó en el mundo de la competición.
El próximo 3 de marzo, la casa de subastas Bonhams sacará a puja en Amelia Island (Florida, EE.UU) uno de los modelos más importantes producidos por Porsche en sus 90 años de historia. Se trata de un Spyder 550, un pequeño deportivo biplaza de propulsión trasera y extrema ligereza, cuya carrocería carece por completo de techo de ningún tipo. Para su desarrollo los ingenieros de la marca deportiva alemana se inspiraron en el 356 Speedster de 1951. El resultado fue este 550 Spyder (también conocido como 550 Carrera o 550 RS), que se convirtió en el primer modelo cuyo diseño se realizó específicamente pensando en el uso del coche para la competición.
Precisamente por esta razón, el 550 Spyder, presentado en el Salón del Automóvil de París de 1953, cuenta con una muy reducida altura (apenas 980 mm), una corta distancia entre ejes (2100 mm) y un tamaño ciertamente contenido (3.700 mm de longitud y 1610 mm de altura). Para su época, el Spyder 550 contaba con una excepcional aerodinámica, lo que unido al reducido peso que en conjunto ofrecía y a un propulsor gasolina de aspiración natural y 110 CV de potencia (posteriormente mejorados a 125 CV),
En su día, el Porsche 550 Spyder fue un rival temible en las carreras en las que tomo parte, un modelo que se impuso a buena parte de sus rivales
De apenas 550 kilos de peso (de ahí su denominación), cuenta —como es tradición en la marca deportiva alemana— con un motor tipo boxer (cilindros opuestos horizontalmente) de cuatro cilindros y 1,5 litros de capacidad, dotado con cuatro árboles de levas en cabeza accionados por ejes verticales con el que el coche se desplazaba entonces con suficiente solvencia, la cual mantiene hoy día en buena medida pese a su avanzada edad.
En su día, el 550 Spyder fue un rival temible en las carreras en las que tomo parte, un modelo que se impuso a buena parte de sus rivales, en su mayoría equipados con motores mucho más potentes y de mayor rendimiento, pero también notablemente más pesados lo que les lastraba lo suficiente como para que el Porsche se impusiera con claridad en numerosas ocasiones. Gracias a esa extrema ligereza, el modelo de Zuffenhausen se convirtió en uno de los más importantes en las crónicas de los vehículos de competición de Porsche, prestigio que incluso a día de hoy mantiene.
Los primeros tres prototipos del 550 Spyder fueron producidos completamente de manera artesanal, con carrocería en formato coupé y techo rígido extraíble. La primera de ellas participó en la Nürbürgring-Eiffel de mayo de 1953 donde alcanzó la victoria. Ese mismo año también formaría parte de la parrilla de las 24 Horas de Le Mans y, posteriormente, de la Carrera Panamericana, en donde también se alzaría con el triunfo final. Aquellos triunfos junto a otros de sonado prestigio, como los alcanzados en la MilleMiglia (donde se decía que debido a su baja altura el coche pasaba limpiamente por debajo de las barreras de los pasos a nivel del ferrocarril), le valieron al 550 Spyder el sobrenombre de “Giant killer”, el matagigantes, dado que se imponía con relativa facilidad a modelos de mucho mayor tamaño y potencia en las carreras en las que participaba.
La unidad que Bonhams sacará a subasta es la que cuenta con el chasis número 550-0036, una unidad elaborada en 1955 por Wendler, un carrocero de Reutlingen a partir de un bastidor original de fábrica. A partir de ese momento, todas las unidades del modelo saldrían del taller de Wendler. Aquel mismo año, tres de aquellas unidades lograron un triplete histórico copando el podio de los vehículos de su clase en las míticas 24 Horas de LeMans.
El 550 Spyder utilizó por primera vez la estructura semi-monocasco elaborada a partir del uso de un marco de acero conformado por un tubo de acero en escalera reforzado por paneles de carrocería elaborados en aluminio ligero a los que se había otorgado elegantes formas para favorecer al máximo su aerodinámica. Estas excepcionales formas, junto con todo el equipamiento del modelo para su uso en la carretera, incluido el techo duro extraíble, tenían como tope máximo los 550 kilos de peso.
Theo Helfrich, un piloto de carreras alemán residente en Frankfurt am Main, fue el primero en hacerse con el coche en propiedad al adquirirlo en una subasta. Con él participaría en distintas pruebas de competición celebradas en el Hockenheimring, el Avus o el trazado del circuito de Nürbürgring, entre otros muchos circuitos de la época.
Pronto, en 1959, un oficial del ejército estadounidense compró el 550 Spyder. Dos años después, en 1961, acabada su estancia en Alemania, el oficial regresó a los Estados Unidos y con él se trasladó también el 550 Spyder, siguiendo de esa misma manera, el camino de tantas y tantas unidades de vehículos deportivos europeos que acabarían su trayectoria en las carreteras del nuevo continente.
Como muchos de esos modelos, sus propietarios los utilizaron para participar en las competiciones al otro lado del atlántico. En el caso del 550 Spyder que nos ocupa, fue un modelo recurrente en las parrillas de salida de las carreras del Sports Cars Club de América durante los años 60 del pasado siglo celebradas en la zona del medio oeste superior de los Estados Unidos, llegando incluso a participar en la pista de carreras de Road America en Elkhart Lake (Wisconsin).
Y así estuvo hasta 1972, cuando tras una subasta celebrada en Florida, el doctor Gary Quast añadió el modelo a su colección de automóviles, donde ha permanecido durante los últimos 50 años. Quast empleó cinco años en efectuar una meticulosa restauración del modelo, labor para la cual requirió los servicios de uno de los grandes especialistas en modelos de la marca de Stuttgart, el taller Porsche Willison de Lake Park (florida).
A día de hoy, el 550 Spyder mantiene en su vano motor un bloque original de una unidad 547 de la época correcta (nº 90-035) que apenas difiere un digito del motor original del coche tal cual salió de Zuffenhausen, y que fue instalado a bordo del 550 Spyder por el reputado especialista Billy Doyle. El coche conserva asimismo la caja de cambios original (10027).
Desde su restauración, en la primera mitad de los años 70 del pasado siglo, el 550 Spyder ha sido utilizado para recorrer 160 km, por lo que gracias a los cuidados bajo los cuales se ha mantenido durante estos últimos 50 años conserva un aspecto realmente magnifico.
Bonhams presentará en la subasta de Amelia Island una cuidada selección de automóviles en el Fernandina Beach Club Gold de Florida el próximo 3 de marzo. Para más información se puede consultar la página web de Bonhams o llamar al teléfono +1(415) 480 9028, correspondiente a la oficina de la prestigiosa casa de subastas en la Costa Oeste de Estados Unidos.
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