Porsche es un fabricante cuyos coches deben tener algo especial, pues centran la atención no solo de los fanáticos de los coches, sino también de los especialistas de todo el mundo: Gemballa, RUF, TechArt, RAUH-Welt o Emory y Singer. Cada uno con su estilo, cada con su personaldad, pero todos ellos artistas en eso de llevar más allá cada modelo de Porsche. Sin embargo, entre estas empresas, destacan especialmente Emory y Singer, pues se centran en restomod y además, en un modelo muy concreto: el Porsche 356 en el caso de Emory y el Porsche 964 en el caso de Singer.
Emory es una empresa conocida entre los fanáticos de los coches clásicos y del Porsche 356, pero Singer tiene algo más de fama entre los aficionados de todo tipo, pues sus creaciones son muy prestacionales y algo más espectaculares visualmente. Aunque no vayamos a confundirnos, Emory es una de las mejores empresas que trabajan sobre base Porsche y los mayores expertos en el tema, suelen preferir sus coches.
De todas formas, como todo, la cosa va por gustos y es evidente que Singer centra muchas atenciones, sobre todo con su último trabajo, una segunda edición del Turbo Study, encargada por un cliente, que será presentada en el Goodwood Festival of Speed y que lleva un paso más allá el concepto presentado inicialmente en el mes de febrero. En aquella ocasión, el cliente solicitó un ejemplar con un “paquete touring”, es decir, un coche con buen equipamiento, asientos eléctricos, climatizador… pero en este caso, el camino es el contrario, el cliente quería un coche deportivo “de verdad”, más centrado en las prestaciones que en el confort.
Turbos del Porsche 992 para lograr 510 CV
Singer parte, para todos sus proyectos, del Porsche 964, los cuales, acaban siendo transformados de manera notable y espectacular. El Turbo Study, obviamente, se basa en el Porsche 964, aunque mejor sería que toma como punto de partida el chasis, pues el resto es totalmente nuevo. La carrocería, que recrea el Porsche 930 Turbo puesto en circulación en 1973, los interiores, que incluyen asientos fabricados actualmente y nuevos tapizados, y por supuesto, el motor, un trabajo de Singer sobre un propulsor original de la marca con resultados sorprendentes.
Dicho motor, en el caso del Turbo Study, es un seis cilindros boxer de 3.8 litros, el denominado Mezger por la propia empresa, que recibe dos turbos Borg-Warner del Porsche 992, junto a válvulas de descarga eléctricas y refrigeración aire-agua. Singer anuncia 510 CV, mientras que la primera vez que conocimos el modelo en febrero eran 450 CV. Esto se debe a las solicitudes del cliente, pues no olvidemos que Singer ofrece sus coches totalmente a la carta.
Tampoco podemos pasar por alto su carrocería de fibra de carbono, que reproduce las formas del Porsche 930 Turbo casi a la perfección, destacando especialmente el famoso alerón trasero, que ha sido una de las mayores características del Porsche 911 Turbo desde entonces. Aunque también es cierto que según ha ido evolucionando el modelo, el alerón ha ido perdiendo tamaño y volviéndose menos protagonista de su estética. Ahora, el alerón es seña de identidad del Porsche 911 GT3, pero con otro estilo bastante más radical.
Un habitáculo donde solo hay lugar para lo imprescindible
No hay un Singer Porsche igual a otro, aunque como en este caso sea la segunda unidad de un modelo concreto. Como hemos comentado antes, Singer hace los coches a medida y eso, siempre que la liquidez del cliente lo permita, ofrece la posibilidad de crear algo único. En este caso, el cliente quería un coche centrado en las prestaciones y en el puro places de conducir y eso, como cabría esperar, se nota en el habitáculo.
Abrir la puerta del Singer Turbo Study es volver en el tiempo a los años 70 y 80. La tapicería es un espectáculo visual, claramente inspirada en la época en la que se lanzó el 930 Turbo. Dicha tapicería se combina con unos asientos que son todavía más espectaculares, pues se trata de unos buckets fabricados con fibra de carbono ultra delgados y super racing. El volante también se inspira en el Porsche 911 Serie G, pero todo lo demás es creado ex profeso o bien, está desnudo, como el suelo, que no tiene moqueta, sino unas alfombrillas que cubren el monocasco.
La calidad es la nota predominante, al igual que la estética y el gusto por los detalles. Sin duda, el Singer Turbo Study es mucho más que un restomod.
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