Cuando Jaguar dio inicio a las reediciones de su modelos más míticos, los cuales se habían quedado a medias en cuanto a unidades fabricadas, seguramente no se esperaba que hubiera una respuesta tan interesante y, si te gustan los coches clásicos, tan mágica. Después de Jaguar vino Aston Martin, más tarde y mediante un auténtico órdago llegó Bentley, luego conocimos las intenciones de Allard de volver a fabricar uno de sus coches más famosos que vio la luz a finales de la década de los 50 y ahora, para rematar esta tendencia, es Vanwall quien anuncia su resurrección volviendo a fabricar el modelo con el que ganó el primer Mundial de Constructores en 1958.
El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 celebró su primera prueba en 1950, pero sólo había Campeonato de Pilotos, las marcas empezaron a tener su propio título a partir de 1958. Se instauró junto al título de pilotos para reconocer también a los mejores equipos que se batían en cobre en pista y el primero en llevarse el trofeo a casa no fue Mercedes, ni tampoco Alfa Romeo, cuyos pilotos parecían imbatibles, fue la británica Vanwall con el monoplaza VW 5, pilotado por nada menos que Stirling Moss, Tony Brooks y Stuart Lewis-Evans. El mismo que ahora quieren volver a fabricar exactamente como fue entonces.
Vanwall fue un equipo de competición fundado por el empresario británico Tony Vandervell. Era, como lo fue McLaren, un fabricante que se centraba exclusivamente en vehículos de competición, aunque su creador era propietario de la fábrica de cojinetes Vandervell que su padre, Guy Anthony, le había cedido en 1927. Las cosas le fueron muy bien, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la empresa se había ganado un nombre en todo el mundo y recibió la propuesta para integrarse en el proyecto BRM, que tenía como objetivo construir un vehículo de competición totalmente británico.
Primer Ferrari y luego sus propios coches
Los inicios del proyecto BRM no fueron fáciles, más bien lo contrario. Los técnicos se quejaban y solicitaban poder disponer de un coche de competición cuyas soluciones ya estuvieran probadas, para poder experimentar y probar nuevas ideas. Vandervell, entusiasmado con el proyecto, se ofreció a conseguir un vehículo de carreras europeo para las pruebas y se decantó por Ferrari. Consiguió un monoplaza a cambio de cojinetes, lo llevó a Reino Unido, lo pintó de verde y lo puso en la línea de salida del Gran Premio de Gran Bretaña de 1949 bajo el nombre de Thin Wall Special.
Al finalizar el año, Vandervell estaba desilusionado con los pobres resultados obtenidos, así que abandonó el proyecto y se puso por su cuenta, con la intención de seguir compitiendo pero con sus propios coches. En realidad, deberíamos decir con su propio equipo, porque adquirió un segundo Ferrari y lo inscribió con el primero en diferentes pruebas. No fue como esperaba y todo, de nuevo, fue un desastre, aunque no perdió las ganas y volvió a contactar de nuevo con la firma de Maranello para adjudicarse una de sus nuevas creaciones, un propulsor V12 de 4.500 centímetros cúbicos.
Vandervell cogió el motor y lo montó en el bastidor del antiguo Thin Wall Special. Cuando todo estuvo listo, se presentó en el International Trophy celebrado en mayo de 1952. La Fórmula 1 había dado sus primeros pasos, Alfa Romeo había ganado el primer título mundial y Juan Manuel Fangio se convirtió en el primer Campeón del Mundo de Fórmula 1, logros que se repitieron en 1951. La tercera temporada de Fórmula 1 también tuvo a Fancio y su Alfetta (mejorado por un tal Wifredo Ricart) como protagonistas, aunque Vandervell pudo ponerse a su altura con el nuevo propulsor V12 de Ferrari en su “viejo” bastidor. Logró colocarse en segunda posición, sin haber adaptado el chasis al motor.
La combinación del motor V12 y el bastidor de aquel Thin Wall Special de 1949 resultó ser un éxito a lo largo de la temporada de 1952, llevándose a casa varios triunfos. Por entonces, Cooper estaba despuntando en Fórmula 3 con sus pequeños, manejables y superligeros monoplazas, que estaban equipados con motores procedentes del mundo de las dos ruedas y suministrados por Norton. Unos bólidos que llamaron la atención de Vandervell, quien seguía haciendo correr su Ferrari V12 aunque había cambiado la denominación a Thinwall (se unieron las dos palabras), logrando en 1953 otras dos victorias con Fariña y Hawthorn.
En 1954 llega su primer coche propio, el Vanwall
A lo largo de 1954 siguió haciendo correr el Thinwall con el V12 Ferrari, pero al mismo tiempo se enfrascó en la fabricación de sus propios coches. Empleó un chasis diseñado por John Cooper con suspensiones derivadas del Ferrari, animado con un motor de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada con bloque de fundición de aluminio que resultaba una copia del empleado por Rolls-Royce para vehículos militares. La culata estaba inspirada en la que usaba Norton en sus motores de 500 centímetros cúbicos monocilíndricos, con doble árbol de levas. Para los frenos se recurría a discos y el depósito de combustible era de un material flexible llamado “Plexilite”.
De esta forma había nacido el primer Vanwall, nombre que surgía de la contracción de Vandervell y Thinwall. Un monoplaza que obtuvo resultados aceptables según iba evolucionando, sobre todo cuando el motor alcanzó los 2,5 litros y se igualó a los Fórmula 1 de aquellos años. En 1955 también se lograron buenos resultados con el Vanwall Special pilotado por Harry Shell, quien logró cuatro victorias en pruebas no puntuables para el Campeonato del Mundo.
La evolución de Vanwall fue cada vez más rápido. Para 1956 pudo contar con el asesoramiento de nada menos que Colin Chapman para un nuevo chasis, mientras que Frank Costin diseñaba una nueva carrocería (era un ingeniero experto en aeronáutica, que contribuyó decisivamente a la evolución de la aerodinámica en los coches, al mismo tiempo que experimentaba con los chasis monocasco). El motor contaba con cuatro cilindros y 2.490 centímetros cúbicos, con una novedosa alimentación por inyección Bosch, muy similar al que usaban los Mercedes de aquella época. Lograba rendir 280 CV a 7.400 rpm empleando como combustible alcohol, bajando a 265 CV con gasolina convencional. Stirling Moss lo llevó a la victoria del International Trophy.
Todo salía a pedir de boca así que para 1957 se inició la construcción de otras siete unidades, para su participación en las diferentes pruebas del Campeonato Mundial. Stirling Moss pudo ganar en tres pruebas (Gran Bretaña, Pescara e Italia) quedando segundo detrás de Fangio en la clasificación final. En 1958, con los mismos coches, Moss se volvió a coronar como el más rápido en otros tres Grandes Premios (Holanda, Portugal y Marruecos) y nuevamente, quedó segundo en la general, aunque esta vez detrás de Hawthorn. No obstante, gracias a otras victorias logradas por Tony Brooks (Bélgica, Alemania e Italia), Vanwall se proclamó Campeón Internacional de Constructores de Fórmula 1, premio inaugurado ese mismo año.
Una unidad por cada victoria lograda en 1958
Así, aquel Vanwall VW 5 resurgirá de sus cenizas para homenajear las seis victorias que logró el equipo en 1958. Sólo cinco unidades se pondrán a la venta a un precio de 1,65 millones de libras, unos 1,83 millones de euros. La fabricación se llevará a cabo en Reino Unido, totalmente a mano por expertos en restauraciones y empleando los mismos planos que se usaron en 1958. Se recreará incluso el motor 2.5 litros que se usó en aquellos años, pues también se conservan los planos. El anuncio llega el 19 de octubre, 62 años después de aquel logro.
“El nombre de Vanwall es demasiado importante como para quedar relegado en la historia. Muchas personas no han oído la historia de Vanwall, pero es una historia británica de innovación y éxito. Es una demostración de lo que ocurre cuando las personas adecuadas se unen y trabajan sin descanso por un objetivo claro y definido. En este aniversario, creemos que es el momento adecuado para celebrar esta historia. Recrearemos fidedignamente el coche campeón de 1958 con seis coches 100% precisos y auténticos a modo de tributo. El ADN que los hizo tan exitosos servirá de base fundacional para el futuro de la marca Vanwall, que anunciaré a su debido tiempo”. – Sanderson, impulsor de Vanwall Group.