1968. El Beetle es uno de los grandes éxitos comerciales del momento. Sus ventas se cuentan por millones de unidades cada año y Volkswagen inicia su camino como uno de los grandes exportadores a escala global en todos los mercados del mundo. Un éxito a todas luces, pero que precisaba de continuidad para mantenerse.
El Beetle tenía que evolucionar al tiempo que estar arropado por un portfolio de modelos que complementara la oferta como marca del fabricante alemán. Una cartera de vehículos que se mantuviera en constante evolución, con nuevas versiones y adaptaciones del modelo a nuevos usos y clientes y con modelos desarrollados a partir de plataformas completamente nuevas.
El Volkswagen Tipo 4 era mayor que el Beetle aunque utilizaba su misma plataforma
Volkswagen no le perdió la cara a su futuro, sino que rápidamente se puso manos a la obra y comenzó a construir el imperio que actualmente tiene. Y para ello inició el camino con un nuevo automóvil surgido a partir de la plataforma del Beetle. Un vehículo más grande y capaz de adaptarse mejor que el popular “Escarabajo” a las necesidades reales de las familias de todo el mundo. Así surgió el Volkswagen Tipo 4 o 411, como también fue nombrado popularmente.
En septiembre de 1968, Volkswagen dio comienzo a la producción del Tipo 4, un vehículo nacido como sedan de dos puertas, pero que Volkswagen rápidamente transformó en un cuatro puertas, ambos con carrocería monocasco lo que supuso toda una novedad para la marca alemana, para la cual también la suspensión que ofrecía el 411 era nueva: independiente con puntales en el eje delantero y con brazos oscilantes anclados a un eje igualmente oscilante en el trasero. En los folletos comerciales, Volkswagen promocionaba la suspensión del 411 calificándolas de similares e igual de efectivas que las del Porsche 911, solamente que en el caso del Type 4 estaban más orientadas a dotar de estabilidad al coche que a alcanzar una mayor velocidad.
En cuanto al motor, el diseño del tren motriz se había tomado directamente del “Escarabajo”, es decir, montaba un motor plano de cuatro cilindros opuestos horizontalmente montado en la parte trasera del vehículo al que se acoplaban dos carburadores y cuya capacidad se había ampliado hasta los 1679 cm3 para que terminara entregando 76 CV de potencia máxima a 5.000 rpm y rindiendo 126 Nm de par máximo a 3.300 rpm, que se ofrecía acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades o a una automática de tan solo tres relaciones de marcha.
El Tipo 4 fue la evolución de Volkswagen hacia un segmento superior al que tenía con el Beetle
Volkswagen lanzó al mercado el Type 4 poniendo especial énfasis tanto en su tamaño como en las características especiales que el vehículo ofrecía. El lema «Der Grosße aus Wolfsburg» (el más grande de Wolfsburg), pronto fue conocido en los principales mercados europeos donde el coche se puso a la venta, aunque también tuvo otros uno tanto petulantes frente a la competencia como el que rezaba que “algunas cosas son simplemente las mejores”. Los catálogos y folletos de venta mostraban las características exclusivas del coche, como la ventilación interior del coche, donde el aire circulaba sin generar las características corrientes que se daban en los vehículos de la época y que tantos resfriados provocaban. El Type 4 montaba además un sistema de calefacción auxiliar controlado por termostato muy eficaz.
Las innovaciones en materia de confort a bordo no acababan ahí, El 411 contaba igualmente con asientos delanteros ajustables en hasta seis posiciones y cuyos respaldos podían tumbarse por completo. La estructura de los asientos, tanto de los delanteros como de los traseros había sido igualmente estudiada para aportar mayor seguridad en caso de accidente, disponiendo en ellos de distintas zonas de deformación programada que, en combinación con un panel de la instrumentación acolchado, la columna de dirección plegable y el volante con radios igualmente acochados proporcionaban mayor protección a los ocupantes, especialmente a los de las plazas delanteras.
Pese a todas sus innovaciones, el Type 4 no disfrutó del mismo éxito alcanzado por Volkswagen con el Beetle. Ni de lejos. El arranque de sus ventas no fue todo lo rápido que la marca alemana esperaba. Apenas se vendieron 20.000 unidades en 1968, año de su lanzamiento, y de 48.000 unidades durante 1969 (primer año completo en el mercado). Volkswagen se vio obligada por tanto a introducir variaciones en la gama que atrajeran nuevos clientes, Así, en 1969 se agregó una variante Wagon 3 puertas a la gama, pero ni por esas se consiguió replicar el brutal éxito del Beetle, que vendía más de un millón de unidades al año.
En 1970, Volkswagen introdujo en su gama el K70 —predecesor del Passat y de sagas posteriores—, modelo que marcó el inicio de los coches dotados con motor delantero refrigerados por agua en la marca alemana. En 1971, el 411 inició sus exportaciones al mercado norteamericano y en 1972 recibió su primer restyling, cuyas unidades fueron comercializadas bajo la denominación 412. Al año siguiente, se añadieron a la gama motores más potentes, aunque ello no implicó una mejora de sus prestaciones, pues el coche seguía sin mejorar en materia de tracción, uno de sus puntos débiles.
La producción del Tipo 4 nunca superó las 80.000 unidades anuales, mientras que del K70 se producían varios cientos de miles y el Beetle alcanzaba los 1,2 millones de unidades por año. Con la llegada de los Passat, Scirocco y del Golf a partir de 1974, modelos que rápidamente se convirtieron en los pilares de la moderna Volkswagen, las últimas unidades de los 412 salieron de las cadenas de producción de Wolfburg, dando pie a la desaparición del coche de la gama del fabricante alemán.
El Type 4 conformó la línea de vehículos de lujo de Volkswagen durante la década de los años 60 y 70. Pese a que su comercialización no llego a considerarse nunca como un éxito, si produjo el conocimiento suficiente en la marca como para ser considerado como uno de los modelos precursores del importante desdoblamiento futuro de la marca en dos segmentos de gran importancia, los C y D que darían cabida al lanzamiento de modelos de tanta importancia como los Golf y Passat que tanto han aportado a Volkswagen.