El mundo de los vehículos de época, clásicos y colección cada día despierta mayor atención y reúne a un mayor de aficionados. La proliferación de eventos sobre este tipo de modelos en distintos lugares de España así lo demuestra. Sin embargo, pese al mayor interés que los clásicos despiertan, todavía hay muchas personas interesadas en ellos que no se deciden a dar el paso y adquirir un vehículo vintage con el que iniciarse en esta atractiva, entretenida y sana afición.
Para muchos la afición a los vehículos clásicos se transforma en la necesidad de tener que invertir mucho dinero, por lo que les resulta una afición difícil de mantener. Pero otros muchos rápidamente aprenden la sistemática y consiguen incluso obtener importantes rendimientos al avanzar en su conocimiento y explorar las posibilidades que este sector ofrece.
Además, con la nueva reglamentación que entrará en vigor a mediados de 2023, disponer de un vehículo considerado como histórico no supondrá ya de entrada una onerosa carga como venía siendo hasta la fecha, dado que muchos de los servicios y tasas a los que se ven sometidos este tipo de vehículos o bien desaparecen o bien reducen su precio o, incluso, aumentan los plazos de vencimiento de los pagos.
De todo ello ya hemos informado apenas hace unos días en este mismo blog. Hoy nuestro interés se centra en buscar esos vehículos ideales para iniciarse en la afición de disponer de un vehículo clásico en nuestro garage, de mantenerlo e, incluso, de cómo ganar dinero con ellos.
Evidentemente, si sabes de coches y tienes interés en la materia, tendrás mucho ganado. Ahorrarás tiempo y dinero y evitarás cometer muchos de los fallos que los recién llegados al mismo cometen. Por ello, para todos esos aficionados al mundo de los clásicos que quieren iniciarse en esta afición, trataremos de orientar sus primeros pasos con el contenido de este reportaje.
Lo primero que hay que saber es que los coches pierden valor con el paso de los años, pero que no todos lo hacen de igual manera. Es más, hay vehículos que bien por su escasa producción, el prestigio de su marca, la historia que acumula, su especial diseño y atractivo, su equipamiento y diseño, u otras causas debidas al mercado se revalorizan incluso de manera notable pudiendo alcanzar precios de auténtica joya o elemento de lujo.
Conocer las normas, las causas y las técnicas que regulan el mercado de los vehículos clásicos es la primera labor que todo aficionado al mismo debería hacer al iniciar su actividad en el mismo. Para ello, la mejor recomendación que se puede hacer es la de informarse adecuadamente. Esto es relativamente sencillo a la par que entretenido. Leer revistas especializadas, seguir la actividad de las principales casas de subastas (tanto de las nacionales como de las internacionales) y, muy especialmente, acudir a los cada vez más numerosos eventos del mundo de los vehículos de época, clásicos y de colección. En estos últimos es donde se puede entrar directamente en contacto con coleccionistas, propietarios y todo tipo de aficionados y expertos en la materia.
Los Salones, exposiciones, concursos de elegancia, concentraciones y demás son los lugares adecuados igualmente para valorar qué vehículos son los que mayor interés despiertan, que detalles de los mismos los que más se valoran y cuáles son las técnicas adecuadas para hacerse con un vehículo clásico, mantenerlo, restaurarlo y conseguir que la inversión que realizamos en él no sólo no nos cueste dinero, sino que incluso nos permita revalorizarlo y ganar una cantidad superior a la que destinamos a todo ello.
Para un aficionado a los vehículos clásicos es importante conocer bien el mercado de este tipo de vehículos al que puede tener alcance. No hace falta tener mucho dinero (algo que evidentemente siempre ayuda), lo que realmente hace falta es aprender mucho y tener un buen conocimiento del mercado en el que nos vamos a mover. Para iniciarnos en él lo mejor es empezar por vehículos que conozcamos bien, que sean abundantes en el mercado, que presumiblemente vaya a revalorizarse con el paso de los años y cuyo mantenimiento y conservación sea relativamente fácil dado que su edad aún no es muy elevada.
Evidentemente, cuanto más antigua sea la fecha de matriculación o fabricación del vehículo, mayor será por lo general su coste y mayores dificultades tendrá el poder encontrar piezas o componentes que nos permitan mantenerlo en orden de marcha y en un estado lo más parecido posible al que presentaban cuando salieron de fábrica. Los denominados “YoungTimers” son en este sentido los coches que mejor resultan para iniciarse en el mundo de los vehículos de época, clásicos y de colección.
El término “Youngtimer” (joven) es realmente amplio. Se refiere a coches veteranos que aún no han conseguido sumar la edad suficiente como para ser considerados como vehículos clásicos o históricos (25-30 años), pero que por su exclusividad, diseño, características, estado de conservación, dificultad de poder verlo rodar por la calle, etc se pueden convertir en todo un objeto de deseo para los compradores de este tipo de vehículos. Deseo que es el que forzará tanto el mantenimiento de su valor como incluso que este se vaya apreciando a medida que pasan los años con respecto al que tiene hoy día.
Es precisamente ese mercado donde los aficionados al mundo de los vehículos clásicos pueden y deben dar sus primeros pasos. Interesarse de entrada por los modelos de hace 30 años, es interesarse por los coches de hace 30 o 40 años. Por los coches de finales del pasado siglo, de las décadas de los años 70, 80 y 90; por los coches de nuestra infancia y juventud. Son coches de los cuales todavía podemos encontrar unidades y piezas en los centros de desguace, en talleres, tiendas especializadas y, si somos pacientes y buscamos adecuadamente, incluso podemos encontrar vehículos completos en muy buen estado que han permanecido aparcados en algún garaje de algún pueblo perdido cuyo propietario nunca quiso desprenderse de él en vida.
Esos vehículos que protagonizaron las portadas de las revistas que comprábamos hace tres décadas y cuyos posters colgábamos en nuestra habitación o encuadernaban nuestras carpetas. Una lista amplia que es la que comienza a suceder poco a poco a aquellos modelos que se van haciendo más veteranos y que ya comienzan a ser básicamente recuerdos de nuestros padres y abuelos más que nuestros. Así, de los Seat 600, Renault 4/4, Citroën 2 Cv, etc, ahora comienzan a llegar a este mercado las unidades de los Volkswagen Golf GTi, Peugeot 205 GTI, Toyota Celica, Renault Clio Williams, BMW M3 E36, Ford Escort RS Cosworth, etc. Modelos que en su día fueron objeto de deseo cuando llegaban al mercado como nuevos lanzamientos de sus marcas y que hoy día siguen manteniendo su atractivo y personalidad también en este mercado de los vehículos vintage.
Un proceso en el cual los aficionados pueden ir comprando sus coches aprovechando las oportunidades que se les presentan, manteniéndolos y restaurándolos con una inversión razonable, y posteriormente vendiéndolos a un buen precio para proseguir de nuevo con su afición esta vez sobre un proyecto más ambicioso. Evidentemente, cuanto más obvio sea que un modelo tiene atractivo en el mercado mayor será su precio de adquisición y más nos costará encontrarle una rentabilidad económica. Cuanto más alto sea el precio de adquisición de nuestro Youngtimer, mayor dificultad tendremos en conseguir rentabilizar nuestra inversión y mayores riesgos estaremos asumiendo. Por ello, no es bueno obsesionarse con un modelo en concreto. Siempre habrá coches o versiones concretas del vehículo cuyo precio de adquisición resulte menor y que, con el paso del tiempo, nos resulten más rentables el día que nos desprendamos de él.
También influye netamente el estado en el que el coche se encuentre. Al fín y al cabo, no dejan de ser vehículos de segunda mano y, tan importante es que todo lo que se ve del coche este bien conservado y cuidado como que lo que no se ve (mecánica, bastidor, chasis, etc) se mantenga en las mejores condiciones posibles.
Apostar por un YoungTimer para dar rienda suelta a nuestra afición facilita las labores de conservación del coche. Son modelos que muchos talleres aún tienen frescos en la memora. Vehículos cuyas piezas todavía son fáciles de conseguir e incluso de localizar y comprar. Vehiculos que aún pueblan las campas de unidades de segunda mano por todo el país, y de los cuales incluso todavía se pueden adquirir piezas originales de fábrica, de esas que permanecen olvidadas en las estanterías de muchos pequeños talleres.
Adquirir modelos “Yountimer” es relativamente sencillo. Muchos de ellos están disponibles en el mercado de vehículos de ocasión, al que sus propietarios se han dirigido para revenderlo y cuyos precios se mantienen en línea con la cotización que corresponde a su edad y estado de uso. A partir de ahí, será nuestra pericia negociadora y la capacidad que tengamos para mejorar su estado y mantenerlo durante el tiempo que permanezca en nuestro poder lo que verdaderamente influya en la posible revalorización del mismo. Evidente, dar un pelotazo y que se lleguen a pagar millones por uno de estos modelos tal y como leemos en ocasiones en los medios de comunicación no es tarea fácil, pero si que podremos evitar perder dinero con nuestra afición e incluso ganar algún dinero si nos aplicamos en ello.
Hoy día, apostar por unidades del BMW M3 E36, o de alguna versión potenciada de un Porsche 911 996, por coches tan raros como el Honda S2000, tan deportivos como un Alfa Romeo 156 GTA o un Jaguar XKR es apostar sobre seguro a que con el paso de algunos años, la inversión que hemos realizado al adquirirlo pueda llegar incluso a ser rentable. En todo caso, sin duda la mejor inversión que habremos realizado habrá sido la del tiempo invertido en tener el coche bien mantenido, en cuidarlo y mantenerlo siempre en orden de marcha, en bucear en su historia y tratar de documentar al máximo su libro de taller, sus propietarios y la vida que le dieron, etc.
Tampoco tienen porque ser modelos especialmente caros. Ejemplares como los Seat Ibiza GTi de la generación II, los Citroën Visa o AX GT, los Fiat Uno Turbo, Opel Kadett GSi y Opel Calibra, etc ofrecen importantes oportunidades de aprendizaje igualmente que no conviene desaprovechar.
Los Youngtimers aún no son coches históricos, pero si son considerados viejos en el mercado del automóvil, lo que facilitará las posibilidades de que sus propietarios quieran deshacerse de ellos —salvo que sean también aficionados al mundo del motor vintage—. No todos los considerados como tales puede que realmente sean de interés para el mundo del motor clásico, por ello hay que buscar siempre unidades que aporten algún tipo de valor adicional, ya sea por su historia, sus vivencias y anécdotas, sus propietarios, sus características o por la importancia que en su momento su lanzamiento tuvo para el sector del automóvil y su industria.
Si realmente te interesa este mundo, aprovecha y súmate a él aprovechando la oportunidad que para coger experiencia te ofrecen este tipo de modelos.
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