Tener un automóvil tiene una serie de implicaciones. Contar con un vehículo nos facilita una serie de beneficios, como pueden ser la mejora de nuestra movilidad, mayor comodidad en los desplazamientos, flexibilidad en los trayectos, mayor independencia y absoluta privacidad. Sin embargo, ser propietarios de un coche también nos va a generar obligatoriamente una serie de responsabilidades y costes adicionales.
Por un lado, gastos necesarios como los costes de adquirir nuestro vehículo (sea nuevo o de segunda mano), el combustible o costes de mantenimiento (tener nuestro vehículo con las revisiones al día, ya que afecta a nuestra seguridad y al consumo del vehículo). Por otro, el coste de pagar impuestos, pagar por estacionar el coche y el precio del seguro, además de la responsabilidad legal que implica conducir un vehículo.
Aunque a veces no le demos la importancia que merece, el seguro del vehículo garantiza que contemos con la protección y asistencia necesarias en caso de siniestro. Es por esa razón que buscar un buen comparador de seguros de coche es fundamental para encontrar la póliza de seguro que más nos interese.
Pero importante: un buen seguro de coche no tiene por qué ser el “más barato”. Lo esencial es que nos ofrezca las mejores coberturas a un precio asequible.
¿Qué debe tener un buen seguro de coche?
Un buen seguro de automóvil debe proporcionar amplia cobertura para proteger al propietario del vehículo como a terceros en caso de accidentes, robos u otros eventos imprevistos. Estas características específicas pueden variar según la compañía de seguros y el tipo de póliza que elijamos.
Veamos algunas coberturas comunes que deberíamos considerar para tener un seguro de coche de calidad:
- Responsabilidad civil: es la cobertura mínima requerida en la mayoría de los lugares, y cubre los daños y lesiones a terceros en caso de accidente. Debería incluir tanto daños materiales al vehículo como lesiones corporales a terceros.
- Cobertura contra colisiones: esta cobertura paga por los daños propios a nuestro vehículo en caso de accidente, ya sea con otro vehículo o con un objeto fijo.
- Cobertura integral: protege su automóvil contra otros daños imprevistos no relacionados con accidentes, como robo, vandalismo, incendio, inundación y otros eventos imprevisibles.
- Cobertura de lesiones personales: esta cobertura paga por las lesiones corporales sufridas por el conductor y sus pasajeros en un accidente, independientemente de quién tenga la culpa.
- Asistencia en carretera: es la cobertura esencial principal, y proporciona ayuda en caso de problemas en la carretera como remolque con arrastre de grúa, asistencia por pinchazo de neumáticos o servicio de duplicado de llaves en caso de pérdida. Una protección que no puede faltar en nuestro seguro de automóvil.
- Alquiler de vehículos: en caso de que nuestro automóvil esté en reparación debido a un accidente cubierto por la póliza, esta cobertura paga un automóvil de alquiler mientras se realiza la reparación. En otros casos, se ofrece vehículo de sustitución.
- Cobertura de gastos médicos: cubre los costes médicos e indemnizaciones por lesiones sufridas en un accidente, sin importar el culpable del siniestro.
- Cobertura de equipo personal: protege los artículos personales que puedan encontrarse en el automóvil en caso de robo o daños.
Es importante elegir coberturas que se adapten a nuestras necesidades y presupuesto. El nivel de cobertura que necesitamos puede variar según factores como el valor del automóvil, nuestra situación financiera, el historial de siniestralidad del conductor o nuestras preferencias personales.
Y ante la duda, hablar con un agente de seguros de confianza nos ayudará a decidirnos por el nivel de cobertura adecuada a la situación (terceros, terceros ampliado, todo riesgo).