El Lancia 037 es una máquina mítica, uno de esos coches de rallye que han quedado para el recuerdo de los más fanáticos y eso, que cuando se puso en circulación, tenía la complicada misión de hacer olvidar al Lancia Stratos, un automóvil cuya leyenda es casi tan grande o más que la del propio 037. No en balde, el Stratos, además de un diseño espectacular, escondía un bloque Ferrari entre los asientos y las ruedas traseras y ganó tres títulos de rallyes.
Todo comenzó a comienzos de la década de los 80, con Lancia ya dentro del Grupo FIAT y con una imagen un poco deteriorada a pesar de los buenos resultados del Stratos. Con el proyecto 037 se quería crear un coche para el recién creado Grupo B, un trabajo codo con codo entre Lancia y Abarth. El 037 tenía sus particularidades, como la ausencia de tracción total o el diseño puramente deportivo creado por Pininfarina, pero jugaba la baza del poco peso. Con este coche se logró el título de constructores de 1984, poco antes de la aparición de uno de los coches más bestiales y complejos del campeonato, que también fue el “asesino” de la categoría más loca del mundo de los rallyes: el Lancia Delta S4.
La unidad de 037 que se subasta fue la utilizada por Lancia como showcar en los salones internacionales
Uno de los logros más destacables del Lancia 037, fue derrotar en alguna ocasión al todopoderoso Audi quattro y su tracción total, mientras deleitaba a los aficionados con unas cruzadas espectaculares en cada curva. Era un coche tremendamente rápido en las manos adecuadas, pero la tracción total era un arma difícil de igualar y más difícil todavía de batir. Aún así, el 037 estuvo en el Mundial de Rallyes del Grupo B hasta 1986, cuando apareció el Lancia Delta S4.
Pero como todas las cosas, tuvo un comienzo que puedes ver aquí y que RM Sotheby’s subastará en junio de 2021 y aunque no se ha comunicado precio, que nadie dude que será estratosférico. Hablamos del primer ejemplar del Lancia 037, el primer prototipo creado para el desarrollo del modelo y como se puede apreciar, presenta algunas diferencias notables frente al modelo definitivo. La posición de los faros delanteros, por ejemplo, no es la misma que la vista en el modelo final, como tampoco lo es la tapa del motor trasera o las formas de las aletas traseras, bastante abultadas en el prototipo. Las llantas también son diferentes, así como la luneta sobre el motor o la parte trasera.
Aunque lo vemos de color rojo, el aspecto original que tuvo cuando se fabricó, este ejemplar se usó como coche de exhibición y llegó a estar decorado con los colores de Martini, al igual que las unidades oficiales del equipo Lancia del Grupo B.
RM Sotheby’s tampoco ha presentado datos sobre el modelo, aunque la versión definitiva contaba con un propulsor turbo de 204 a 7.000 rpm y 234 Nm de par a 5.000 rpm, todo ello gestionado por una caja de cambios manual de cinco relaciones. En competición llegó a alcanzar los 325 CV extraídos de un bloque de cuatro cilindros de 2.140 centímetros cúbicos, encargados de mover los escasos 918 kilos que pesaba el coche (límite reglamentario).
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