La última edición de las Le Mans Classic ha dejado sin alma a muchos aficionados, en especial a los fieles tifossi de la marca de Maranello. Ferrari ha perdido uno de sus modelos más peculiares destrozado contra el muro de la chicane del circuito .
La Le Mans Classic Race de los pasados días 2-3 de julio se ha saldado con el adiós a uno de esos coches únicos que existían en el mundo. Las carreras de vehículos clásicos e históricos no están exentas de riesgos. Riesgos que los propietarios de estas joyas sobre ruedas asumen, en la gran mayoría de las ocasiones personalmente, y de manera especialmente controlada. Lo que nunca se esperarían es terminar estampados contra un muro y destrozar por completo un vehículo valorado en más de 30 millones de dólares.
Disaster for the Breadvan! 😭 The one-off modified Ferrari has been crashed at #LeMansClassic. Luckily, Le Mans Classic isn't finished yet, watch it here ➡ https://t.co/xpSvqgdqpc#LMC #LeMans #LeMans24 #Ferrari #Motorsport pic.twitter.com/R29fosVotO
— Motorsport.tv (@MotorsportTV_UK) July 3, 2022
El único ejemplar del extravagante e icónico Ferrari 250 SWB Breadvan existente en el mundo ha terminado sus días como modelo original estampado contra el muro de la chicane del circuito de La Sarthe. Las cámaras de televisión no pudieron captar toda la secuencia del golpe, pero sí tuvieron la oportunidad de reflejar las graves consecuencias que para el vehículo ha tenido este accidente.
El frontal completamente destrozado, las puertas laterales arrancadas de cuajo, la trasera en no mucho mejor estado, el coche no está completamente perdido pero su proceso de reparación y restauración va a ser muy largo y ciertamente trabajoso. Y cuando este termine, habrá que ver y valorar en qué estado consigue asemejarse al vehículo original y cuántas piezas y componentes originales han conseguido recuperar y reponer.
Ferrari 250 GTO SWB Breadvan, un modelo único
Elaborado a partir de un Ferrari 250 de base corta (SWB – Short Wheel Base) el “Breadvan” es un ejemplar único en el mundo. En 1962, Un encargo del Conde Giovanni Volpi al ingeniero y diseñador Giotto Bizarrini tras la salida de este del atelier de Ferrari después de haber participado en la creación y lanzamiento del 250 GTO.
El noble italiano quería un coche para hacerlo correr y participar en las carreras compitiendo contra los Ferrari 250 GTO y para ello, pensó, nadie mejor que uno de los creadores del 250 GTo, razón por la que recurrió a Bizarrinni.
Entre los coches de interés histórico de Ferrari, el Breadvan es uno de los más extraños y peor resueltos en cuanto a su estética . De ahí precisamente su un tanto despectivo sobrenombre de Breadvan (furgoneta de pan literalmente), pues el coche no responde a la estética habitual que cabría esperarse de un modelo de Ferrari. Sin embargo, pese a contar con un estilo fuera de todo equilibrio y unas formas ciertamente poco atractivas, el “Breadvan” se ha convertido con el pasar de los años en uno de los modelos más icónicos y personales jamás creado con el logotipo Ferrari en su carrocería.
Su peculiar configuración hizo que inicialmente Ferrari rechazará frontalmente el modelo como una creación suya. El propio Enzo Ferrari se había negado a vender unidades de sus vehículos al Conde Volpi dado el continuo interés que el noble italiano mostraba por contratar a mecánicos e ingenieros que trabajaban en Maranello para utilizarlos en su escudería Serenissima. . Enzo nunca lo autorizó, pero desde 2009, en Maranello emitieron un certificado de autenticidad que reconoce al 250 SWB Breadvan como un vehículo original de la marca salido de los talleres de Maranello y modificado al gusto de un cliente. Un documento mediante el cual la marca del cavallino reconoce a los automóviles Ferrari que, aunque no cumplen con los estrictos criterios de Certificación de Autenticidad de Ferrari, han sido considerados, como resultado de su historial de competencia y/o exhibición reconocida internacionalmente, para ser de interés histórico. Y, más recientemente, concretamente desde el pasado mes de abril, Ferrari SpA ha emitido una Certificación específica para vehículos de interés histórico a través de su departamento Ferrari Classiche para el 250 GT Berlinetta passo corto (chasis 2819) apodado “Breadvan”. El documento está dedicado a los automóviles Ferrari que, aunque no cumplen con los estrictos criterios de Certificación de Autenticidad de Ferrari, han sido considerados, como resultado de su historial de competencia y/o exhibición reconocida internacionalmente, para ser de interés histórico.
El “Breadvan” es un modelo único y fruto de una historia muy particular. El coche salió de la fábrica de Maranello en 1961 como un 250 GT Berlinetta passo corto (corta distancia entre ejes) “Competizione”, participando ese mismo año en el Tour de Francia con Gendebien y Bianchi al volante, antes de ser comprado por el Conde Volpi di Misurata , quien también lo alineó en los 1.000 km de París con Trintignant y Vaccarella con la Scuderia Serenissima.
Sobre el 250 GTO SWB del Conde Volpi, Bizzarrinni aplicó todos sus conocimientos obtenidos como responsable de producción de los Ferrari GTO en Maranello. Trabajó en colaboración con Piero Drogo, un reputado carrocero, y entre los dos introdujeron cuantos cambios fueron precisos sobre el deportivo 250 para transformarlo en uno de los modelos más exclusivos y únicos de la década de los años 60.
Así, a partir de unos primeros bocetos elaborados a lápiz y trabajando la carrocería de un modo completamente artesanal comenzaron a transformar el 250 GTO SWB en “algo” completamente nuevo y diferente. De hecho, ni tan siquiera el motor se mantiene en la misma posición original que ocupaba en el deportivo original.
El vehículo original a partir del cual se desarrolló el Breadvan fue un 250 GT SWB Competition con el número de serie 2819 GT. Como hemos dicho, no fue un coche directamente vendido por Ferrari al Conde Volpi, sino que este lo compró a Olivier Gendebien y Lucien Bianchi después de que estos lo utilizaran en competición en el Tour de France de 1962, donde acabó segundo. Por aquel entonces, el 250 GTO SWB contaba con una carrocería y un chasis que había sido aligerada, lo mismo que su equipamiento interior y su motor. Este era un Tipo 168, un doce cilindros en V de 6,3 litros de capacidad y 286 CV de potencia máxima, que entregaba un mayor rendimiento que el motor que montaba de serie el 250 GTO, para lo cual empleaba cabezales de pistones tipo Testarossa.
El diseño de Bizarrini desplaza tanto el radiador como el bloque motor más hacia el centro del chasis del Breadvanm disponiéndolo en una posición de altura más baja colocando para ello un sistema de carter seco. Por otra parte, los tres carburadores Weber 46 DCN originales del GTO fueron reemplazados por seis Weber 38 DCN de doble estrangulador. Giorgio Neru y Luciano Bonacini, también procedentes de Ferrari Modena, fueron quienes llevaron a cabo todas las modificaciones mecánicas y realizaron la puesta a punto del Breadvan para su participación en la competición.
Piero Drogo, especialista en carrocerías, diseño una aerodinámicamente avanzada para la época. Una carrocería que si bien resultaba ser incluso más baja que la del GTO, extendía de manera drámatica su línea de techo haca la trasera siguiendo la teoría aerodinámica de Kamm. Según este, la cola del vehículo se debe truncar en el punto donde el área de la sección transversal es el 50 por ciento de la propia sección transversal del vehículo, dado que de esa manera se evita la turbulencia típica de los diseños planos. Su diseño de la trasera eleva la la misma mientras crea una zona de baja presión tras la cola. Ejemplos de su teoría serían el diseño de las traseras de modelos como el Aston Martin DB6, el Ford GT40, el Alfa Romeo 33, el Ferrari Dino, Lamborghini Espada, los Fiat 850 Coupé y Sport Coupé, los Citroën GS y CX, el Mazda MX3, el Audi A2, las distintas generaciones del Toyota Prius, el Audi A7, el Huyudai Ionic o el Ford Mustang Mach E2020, entre otros muchos modelos.
En 1962, recién reformado, el Breadvan entró en competición. Aquel mismo año participó en las 24 horas de Le Mans, donde no pudo terminar la carrera al romper el eje de transmisión durante la cuarta hora de carrera cuando marchaba séptimo en la clasificación general y por delante de todos los Ferrari GTO participantes en la carrera. Aún así, sus resultados posteriores mostraron las bondades del diseño. El Breadvan ganó las siguientes dos pruebas en las que participó en clase GT por aquella época.
Actualmente, son ya muchos los que se fijan en el coche y solicitan a los especialistas en transformaciones que obren su magia para proporcionarles un coche igual. De hecho, en 2021 se dio a conocer el Breadvab Hommage de Niels van Roig Design, un restomo elaborado a partir de un Ferrari 550 Maranello del que en su momento te ofrecimos toda la información en este reportaje de nuestro compañero Javi Martín. Y este será el modelo que veamos en los eventos a partir de ahora, al menos hasta que el modelo original vuelva a ser restaurado.
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