Si os pregunto cual es para vosotros el circuito más peligroso en el que ha corrido la Fórmula 1, probablemente penséis en el Nürburgring de más de 20 km y 150 curvas. Pero estaréis equivocados. Si bien la versión extensa de Nürburgring es uno de los más desafiantes y míticos circuitos que existen en todo el mundo, lo cierto es que no se diferencia demasiado del resto más allá de su tamaño y la dificultad de alguna de sus curvas. El circuito que es, o más bien era, completamente distinto al resto de los que alguna vez han recibido la Fórmula 1 es el AVUS de Berlín, que recibió en una única ocasión categoría reina.
Imaginaros un circuito promedio de F1. Lo lógico es que os venga a la cabeza una pista de entre 4 y 6 km, unas 15 curvas, algunos sectores rápidos y otros lentos. Ahora imaginaros una pista conformada por dos rectas de 4 km unidas por dos curvas de 180 grados, una de las cuales con inclinación de 43 grados. Bueno, esto era AVUS.
El proyecto para esta pista se inició a principios del siglo pasado, en un contexto de una floreciente industria del motor, con la intención principal de ser utilizado para pruebas de coches. Se comenzó a construir antes de la Primera Guerra Mundial pero recién abrió sus puertas en 1921. Originalmente se trataba de una pista cerrada al tráfico de casi 20 km con dos curvas en cada extremo. Si bien es considerada como la primera autopista de Alemania, no se abrió al tráfico sino hasta 1932.
La creación de AVUS (siglas de Automobil-Verkehrs und Übungs-Straße) fue todo un desafío para la época y trajo sus dificultades. La principal fue el rápido deterioro de la superficie, por lo que tras unos años se decidió reemplazar el alquitrán por el asfalto, algo bastante innovador en la época. Las carreras llegaron tímidamente al AVUS. La primera de importancia se dio en 1926, cuando allí se llevó a cabo la primera edición del Gran Premio de Alemania de coches deportivos, ganado por Rudolf Caracciola (Mercedes). Ya en aquella carrera el circuito se ganó el adjetivo de peligroso, por lo que recién se volvió a correr allí en 1931.
AVUS estaba conformada por dos rectas de 4 km unidas por dos curvas de 180 grados, una de las cuales con inclinación de 43 grados
En un esfuerzo por hacer de AVUS la pista de carreras más rápida del mundo, el director de obras Erich Krey ordenó en 1936 la construcción de una nueva sección de gran peralte en el extremo norte, de nada menos que 43 grados de inclinación. Ninguna otra pista de carreras del mundo se acercó jamás a ese número. No solo eso, aquella curva no poseía ninguna valla o muro de contención en la parte superior, por lo que cualquier coche que perdiese el control iba a salir volando. Además, se construyó una nueva Zielrichterturm (torre de control) a la salida de la curva norte y unas nuevas e imponentes tribunas frente a la meta.
El 30 de mayo de 1937, esta increíble pista fue inaugurada con una carrera llamada AVUS-Rennen, en la cual compitieron las míticas e imbatibles Silberpfeile (Flechas plateadas) de Mercedes-Benz y Auto Union. Con un promedio de carrera de 284 km/h, Hermann Lang de Mercedes se alzó con la victoria.
Desafortunadamente, la Segunda Guerra Mundial y la posterior crisis de Alemania, hicieron que la pista permaneciera abandonada durante 14 años. En 1951, se juntaron los fondos suficientes para reactivar la pista, ahora acortada a solo 8.3 km de longitud. A pesar del recorte del trazado, la pista seguía siendo igual de impresionante ya que la curva norte seguía intacta.
En 1954, la Fórmula 1 visitó por primera vez este circuito para el Gran Premio de Berlín, una carrera no puntuable por el campeonato. Como era habitual en estas carreras, no todos los equipos participaban. Mercedes-Benz llevó a sus tres pilotos habituales: Juan Manuel Fangio, Hans Herrmann y Karl Kling, siendo el único equipo competitivo. El resultado de la carrera no pudo ser otro que un 1-2-3 para el equipo local, cruzando juntos la línea de meta con Kling delante.
Finalmente, en 1959 AVUS logró quitarle a Nürburgring el GP de Alemania. La carrera se llevó a cabo a 60 vueltas, pero dividida en dos mangas, de 30 cada una (algo que nunca volvió a suceder). Ya sin Mercedes, Tony Brooks lideró un 1-2-3 de Ferrari junto a Dan Gurney y Phil Hill. Ese fin de semana es tristemente recordado por el fallecimiento del francés Jean Behra en la curva norte, luego de que perdiera el control de su coche y saliera volando por sobre la pista hasta impactar contra un mástil. Otros dos pilotos sufrieron accidentes similares en aquella peligrosa curva, pero afortunadamente salieron ilesos. Además, Hans Herrmann en la curva sur salió despedido del coche, pero no sufrió heridas de consideración.
Las cosas ya no serían iguales después de aquel día. Si bien se suele pensar que la seguridad no era una preocupación para el automovilismo de los 50, una pista como la de AVUS era demasiado dura. Poco a poco las carreras fueron desapareciendo y en 1967 se demolió la insignia del circuito, la curva norte.
En los años 80, el DTM revitalizó la pista al incluir una carrera anual por temporada. El circuito cada vez era más corto e incluía chicanes, pero seguía siendo desafiante. Finalmente, en 1999, AVUS vio por última vez una carrera de coches. El gobierno local decidió dejar de organizar eventos allí debido a las dificultades que significaba cerrar la autopista. A eso se le sumó el accidente fatal de Kieth O’dor en 1995, varios otros accidentes graves y la construcción del circuito permanente de Lausitzring a unos pocos km.
Hoy, de aquello solo se conservan las tribunas, conservadas por su valor histórico, y la torre de control que actualmente es un motel. La curva norte es un estacionamiento y el asfalto de la curva sur que se utilizó en los años 50 fue removido recientemente. Un poco más al sur, cubierto por densa vegetación, se puede observar un gran terraplén donde, en los 40, se pensaba colocar una curva similar a la curva norte, como si al circuito le faltase una segunda curva peraltada.
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