A partir de 2025, el fabricante premium del segmento del lujo acelerará su estrategia de transición energética de su gama al completo con el lanzamiento de cinco nuevos modelos híbridos a los que, posteriormente, seguirán cinco modelos eléctricos a partir de 2030.
El fabricante de Crewe invertirá 2.500 millones de libras esterlinas (unos 3.003,25 millones de euros) en la transformación de toda su cartera de productos. El plan “Beyond 100” de Bentley contempla el lanzamiento de un nuevo modelo completamente eléctrico cada año a partir de 2025., así como la conversión de la factoría de Crewe en una instalación fabril de alta tecnología de nueva generación, digital, flexible y de alto valor añadido. Todo ello debería llevar a Bentley a convertirse en un fabricante completamente libre de emisiones de carbono en 2030 y capaz de liderar el segmento de los híbridos y eléctricos de lujo en dicha fecha.
El proceso ya ha dado comienzo. Durante los dos próximos años, Bentley va a instalar en Crewe de 30.000 a 40.000 paneles solares y sus científicos e ingenieros ya están trabajando sobre el desarrollo y el uso de nuevos biocombustibles sintéticos y sostenibles para su uso en todo tipo de vehículos, incluidos los de su flota histórica, la icónica Heritage Collection. Biocombustibles que permitirán a sus clientes seguir utilizando en el futuro los vehículos de la marca dotados con motores de combustión, sin por ello producir emisiones contaminantes.De esta manera Bentley quiere garantizar que sus viejos clientes puedan seguir utilizando gracias a sus nuevos combustibles todos sus vehículos sin limitaciones.
La reducción de emisiones se llevará al extremo en Bentley. Su factoría de Crewe prevé ser neutra en emisiones de carbono para 2030, así como reducir fuertemente sus consumos de agua, la producción de desechos y cualquier otro tipo de impacto medioambiental que pudiera producir su actividad en el entorno.
De entrada, a lo largo de este año 2022, Bentley va a iniciar la comercialización del nuevo Flying Spur PHEV, así como prepara el lanzamiento de cinco modelos derivados adicionales que se sumarán al Bentayga PHEV ya a la venta para comenzar a satisfacer las necesidades de los exigentes clientes de Bentley en materia de movilidad electrificada. Según cálculos del propio fabricante británico, más del 20 por ciento de sus ventas de este mismo año corresponderán a unidades híbridas de los distintos modelos de la marca.
Según ha comentado Adrian Hallmark, presidente y director ejecutivo de Bentley Motors, “el mundo está cambiando y debemos desempeñar nuestro papel para neutralizar nuestro impacto ambiental. Esto significa cumplir con nuestro objetivo de ser neutrales en carbono de principio a fin de nuestra cadena de valor para 2030, reafirmando con ello nuestro papel como líder en movilidad de lujo sostenible”.
Así, Bentley va a pasar de ser un gigante de los motores V12 a convertirse en una marca impulsada exclusivamente por automóviles puramente eléctricos y ser climáticamente neutral en la carretera. Para ello se va a apoyar directamente en la nueva Plataforma Premium Eléctrica del Grupo VAG (PPE), que han desarrollado conjuntamente Audi y Porsche.
El plan de Bentley contempla ofrecer vehículos híbridos enchufables o eléctricos a partir de 2025 y exclusivamente eléctricos a partir de 2030. Así, en apenas una década, Bentley habrá pasado de ser el fabricante de mayor volumen de motores doce cilindros a escala global a convertirse en un productor de automóviles exclusivamente eléctricos.
Dentro de su estrategia Beyond 100, el Plan 5 en 5 de Bentley contempla el diseño y el desarrollo de esos nuevos 5 modelos que habrán de llegar a partir de 2025 así como de manera especial el nuevo “rompehielos” eléctrico de la marca, el primer modelo de esta tecnología que el fabricante de Crewe presentará en 2025 y con el que dará inicio a su proceso de transformación.
Proceso en el cual Bentley se va a beneficiar especialmente de los pasos ya dados en esta materia por una de sus marcas hermanas dentro del Grupo Volkswagen. Hablamos en concreto de Audi y de su actual ofensiva de modelos de alta gama, de los cuales el fabricante británico va a aprovechar un elevado número de sinergias para impulsar su propia estrategia de electrificación.
Audi está desarrollando conjuntamente con Porsche un nuevo tipo de vehículo eléctrico altamente eficiente que, previsiblemente, verá la luz en 2024. Los trabajos se están llevando a cabo bajo el nombre genérico provisional de Landjet, como parte del proyecto Artemis que el grupo automovilístico alemán esta desarrollando y que tiene como principales bases de trabajo el desarrollo de una nueva estructura electrónica asociada a un nuevo sistema operativo de muy alta eficiencia.
El proyecto prevé definir un nuevo tipo de vehículo inédito dentro de los segmentos altos de gama del mercado, trabajo del cual no sólo Audi se beneficiaría. También Porsche y, Lamborghini (su nuevo GT eléctrico está programado para 2025) lo haría, al igual que Bentley aprovecharía este desarrollo para, a partir de él, dar forma a su nueva propuesta.
A diferencia de la actual subestructura técnica que emplea Bentley, procedente directamente de Porsche y en la que se basan prácticamente el 75 por ciento de los nuevos modelos del fabricante británico, Bentley no tendría necesariamente como sucede ahora que adaptar mucho los equipamientos de protección personal para adaptarla a sus modelos a fin de lograr tanto el aspecto como las sensaciones típicas de los modelos de su gama.
Bentley anticipó en el EXP100 GT Concept de 2019 buena parte de sus intenciones de cara al futuro. Se trata de un prototipo de vehículo autónomo que ofrece una visión de como sería presumiblemente la futura berlina Gran Turismo del fabricante británico. Un modelo completamente eléctrico con una autonomía superior a los 700 km con una sola carga y que llegaría al mercado a partir de 2030.
Como no podría ser de otra manera, en su teórica producción se utilizarían materiales de elevada calidad (aluminio, fibra de carbono, maderas nobles, cueros de muy alta calidad, …) para configurar una berlina premium dentro del segmento de lujo de 5,8 metros de longitud y 2,4 metros de anchura, con una carrocería tipo berlina coupé con dos puertas de gran tamaño y apertura diédrica, para cuya apertura total se precisarían techos con altura superior a los tres metros.
Aunque el coche puede ser utilizado bajo control manual de su conductor, el objetivo de la marca sería dotarlo de un completo y muy avanzado sistema de conducción autónoma para el cual incorporaría las más avanzadas tecnologías a bordo, así como un asistente personal controlado mediante el uso de las más innovadoras técnicas de inteligencia artificial dotadas con control gestual.
Contará con una unidad propulsora eléctrica cuya batería anticipa una solución de futuro. Dispone de una densidad cinco veces superior a la de las actualmente disponibles para su uso en automoción. La unidad propulsora está compuesta por cuatro motores eléctricos, uno por rueda, que entre todos entregan un par máximo superior a los 1.500 Nm, gestionado mediante un sistema de reparto vectorial en continuo, gracias al cual se obtienen unas excelentes prestaciones: 300 km/h de velocidad punta, con una aceleración 0-100 km/h inferior a los 2,5 segundos.
La capacidad de la batería permitirá desplazar los cerca de 1.900 kg que pesa el EXP 100 GT Concept durante 700 km. Conectada a un punto de carga rápida, la batería recupera el 80 por ciento de su capacidad en apenas 15 minutos.
Una de las cuestiones que aún están por dilucidar es si los futuros modelos eléctricos que salgan de la factoría de Crewe seguirán manteniendo las características y diseños que habitualmente conocemos en el portfolio de Bentley o si, por el contrario, serán claramente diferentes. Según ha comentado Hallmark, “tendremos diferentes modelos. Los equipados con motores de combustión serán diferentes con respecto a los destinados al mundo eléctrico”, y ello pese a que “en menos de 10 años, Bentley prescindirá de todos modos de los motores de combustión”.
Cara al nuevo desarrollo de Bentley en el campo del vehículo eléctrico, la marca de Crewe contempla como primer modelo para 2025 un E-SUV de tamaño similar al del Bentayga con una batería de 150 kWh que, según indican fuentes del fabricante británico debería proporcionar a sus clientes unas prestaciones similares a las de un modelo con motor de combustión, dado que es poco probable que los británicos quieran ampliar el abanico de su oferta hacia modelos de menor categoría.
Por otra parte, y tal y como ha manifestado Adrian Hallmark, “pelear por conseguir un mayor volumen no es nuestra estrategia. Queremos seguir en el segmento de lujo que, además es el que está experimentando mayores crecimientos”. De igual modo, Bentley también renuncia, al menos de momento, al desarrollo de modelos de propulsión tanto híbrida enchufable en combinación con sus mecánicas W2 como a los motores de hidrógeno. En el primero de los casos, la razón es muy simple: la combinación del paquete sería demasiado pesada para permitir que el vehículo resultante fuera lo suficientemente eficiente y sostenible.
Bentley tiene claro que no puede pasar de los motores de combustión interna a disponer de propulsión 100 por cien eléctrica de la noche a la mañana, razón por la cual Bentley viene trabajando en los últimos tiempos en el desarrollo de bicombustibles y combustibles sintéticos que ofrezcan mejores resultados ambientales que los combustibles fósiles tradicionales, no sólo para proporcionar energía a sus modelos durante este proceso de transición, también para permitir el uso de sus modelos tradicionales ya vendidos en el mercado y poder así, seguir dando servicio a sus clientes.
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