Directo desde los circuitos de carreras de Europa llega el rugido del nuevo Abarth F595, la nueva serie especial, equipada con un motor F4, dedicada a los fanáticos más jóvenes de la marca del Escorpión. Rugiendo debajo del capó se encuentran los 165 CV del motor T-Jet de 1.4 litros de altas prestaciones homologado Euro 6D-Final, en el que se basa el motor de los monoplazas Tatuus de los campeonatos italiano y alemán de F4 Powered by Abarth certificados por la FIA. La «F» del nombre pretende ser un homenaje a la Fórmula 4, de la que Abarth es el proveedor exclusivo de motores y patrocinador principal. Un formato de éxito creado como campo de entrenamiento para jóvenes pilotos, talentos del karting y profesionales del futuro, inspirado en la legendaria «Formula Italia» establecida en 1971 con la misma filosofía: proporcionar a los jóvenes pilotos un acceso de bajo coste al mundo de los monoplazas.
El nuevo F595 es un concentrado de detalles de diseño de carreras y se ha creado para captar la atención de los clientes más jóvenes que esperan las máximas prestaciones y diversión de sus coches, son fanáticos de la tecnología y buscan las últimas funciones de infoentretenimiento.
Excelentes prestaciones y fiabilidad son las características principales del motor T-Jet de 1.4 litros Euro 6D-Final de 165 CV, equipado con el turbocompresor Garrett sobrealimentado con una relación de compresión geométrica de 9:1. A la misma presión, esta arquitectura optimiza la temperatura en la cámara de combustión y permite un par máximo de 230 Nm ya disponible a 2250 rpm, mientras que la potencia se suministra en la parte superior del cuentarrevoluciones.
La nueva serie especial del Abarth F595, está equipada con un motor F4, dedicada a los fanáticos más jóvenes de la marca del Escorpión
Esto se traduce en ventajas en términos de velocidad máxima -218 km/h- y sobre todo mejora la aceleración: en quinta, el nuevo Abarth F595 acelera de 80 a 120 km/h en 7,8 segundos. El motor se empareja con un cambio manual, pero como opcional se puede equipar con un cambio automático de 5 velocidades con levas de cambio en el volante. El resultado: aceleración de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos con el cambio manual y en 7,4 segundos con la variante automática secuencial.
Nuevo escape “Record Monza Sovrapposto”
El intrépido Abarth F595 ofrece el emblemático escape Record Monza, ahora evolucionado en una nueva configuración con cuatro terminales, dos a cada lado, colocados en vertical. El rugido es siempre inconfundible, el mismo que ha acompañado a generaciones de entusiastas de Abarth y ha sido durante mucho tiempo sinónimo de potencia y prestaciones. La válvula de escape activa se controla pulsando el botón «Scorpion» en el salpicadero. Así el conductor puede elegir entre un sonido más tranquilo o un rugido más profundo, más atrevido, típicamente Abarth, todo al alcance de la mano. El resultado es pura música, un sonido potente y asertivo, posible gracias a la combinación ideal de tecnología y diseño.
Racing, en cada detalle de diseño
Disponible en versiones berlina y descapotable, el nuevo Abarth F595 se adorna con pinceladas de diseño Azul Rally en las carcasas de los retrovisores y el DAM delantero y trasero. El aspecto deportivo se ve reforzado por las llantas de aleación Sport de 17″ en negro mate, el logo «F595» en la parte trasera y las luces antiniebla, también de serie.
La misma audacia se puede encontrar en el interior: el volante de piel y los asientos deportivos Abarth meticulosamente acabados (los asientos Sabelt al más puro estilo de carreras están disponibles como opcional) embellecen un ambiente claramente deportivo que se completa con ciertos detalles de diseño en color negro, como el nuevo marco de la pantalla de infoentretenimiento y el nuevo salpicadero negro mate.
Las nuevas pinceladas de diseño Azul Rally estarán disponibles en combinación con los siguientes colores: Blanco Race, Gris Campovolo, Gris Track, Negro Scorpion, Gris Record y Gris Tarmac.
Máximo placer de conducción, seguridad y conectividad
En el nuevo F595, todas las especificaciones técnicas necesarias para garantizar la diversión y el placer de conducción característicos de los coches del Escorpión vienen de serie. Como la suspensión trasera Koni con tecnología de amortiguación de frecuencia selectiva (FSD), para mejorar el rendimiento, garantizar un agarre perfecto en carretera y, al mismo tiempo, mejorar la maniobrabilidad y estabilidad, todo con total seguridad.
El selector «modo Scorpion» en el salpicadero actúa en el suministro de par máximo, la calibración de la dirección asistida y la respuesta del motor al pedal del acelerador, haciendo que sean más sensibles.
El sistema de frenado diseñado por Abarth proporciona una respuesta óptima y una seguridad mejorada, con discos autoventilados delanteros de 284 mm y traseros de 240 mm. Por último, para captar la atención de los más jóvenes fanáticos de la tecnología, se ofrece la mejor conectividad: el F595 está equipado con el sistema Uconnect HD de 7″ con radio DAB y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto de serie.
La «Formula Italia» de hace 50 años
En 1971, la Comisión Deportiva Automovilística Italiana (CSAI) colaboró con la marca Fiat para crear un nuevo campeonato reservado para los jóvenes pilotos italianos, destinado a democratizar el deporte del motor ofreciendo un monoplaza idéntico para todos y a bajo coste. En agosto de ese año, la marca Abarth, que mientras tanto se fusionó con Fiat, construyó el primer prototipo diseñado por Mario Colucci bajo la supervisión de Carlo Abarth y lo llamó Abarth SE025. Equipado con el motor Fiat de 4 cilindros y 1.6 litros con doble árbol de levas en cabeza, el mismo que el del Fiat 124 Sport, el monoplaza tenía un bastidor de tubo de acero muy resistente, con barra antivuelco incorporada. Todos los componentes fueron elegidos por Carlo Abarth y se tomaron prestados de automóviles Fiat, Lancia y Abarth de producción en serie. Uno de los primeros probadores dignos de mención fue el reconocido Arturo Merzario. La Formula Italia fue un éxito inmediato: la demanda fue tan grande que las primeras entregas se realizaron a mediados de mayo de 1972 y debutaron en carrera el 29 de junio de ese mismo año, en el circuito de Monza, donde Paolo Bozzetto se alzó con la victoria. Hasta 1979, muchos jóvenes pilotos pudieron salir a la pista y algunos de ellos llegaron al Campeonato Mundial de Fórmula 1, como Bruno Giacomelli, Riccardo Patrese, Siegfried Stohr y Piercarlo Ghinzani.
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