1000 CV, cabina abierta, baja altura, grandes ruedas, mecánica híbrida gasolina eléctrica,.. para sorpresa de muchos no hablamos de un monoplaza de Fórmula 1, sino de un modelo cabrio. Eso sí, mantiene un nexo importante con la alta competición: lleva un escudo con el cavallino rampante en su frontal.
Y si la versión carrozada cubierta, el SF90 Stradale, es el Ferrari de calle más potente y el primero en disponer de una mecánica híbrida enchufable, el SF90 Spider suma a todo eso el hecho de disponer de una carrocería cuyo techo practicable le permite circular a cielo abierto, lo que, sin duda, acerca las emociones que provoca mucho más a la experiencia de circular con un monoplaza de la marca, salvando las notables diferencias, claro está.
Dado a conocer recientemente de forma digital, presentación a la que también tuvieron acceso los seguidores de la marca, el nuevo Ferrari SF90 Spider se presenta, al igual que el Stradale, con la posibilidad de optar por una versión de calle y por otra cuyo equipamiento le acerca aún más a los circuitos, la Assetto Fiorano, elaborada a partir de la misma base pero con algunos componentes alterados para reducir su peso. En total, Ferrari ahorra 21 kilos incorporando mejoras como los amortiguadores Multimatic, desarrollados a partir de las experiencias de modelos de la marca en los Campeonatos GT de Ferrari y que han sido optimizados para su uso sobre el modelo en los circuitos. O utilizando fibra de carbono, titanio y otros materiales de alto rendimiento para elaborar determinados componentes y piezas; o incorporando un alerón trasero elaborado en fibra de carbono; o los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 homologados para carretera y diseñados específicamente para mejorar el rendimiento en seco sobre la pista mediante un compuesto más blando y con menos estrías,..
Además, el pack Assetto Fiorano añade una decoración opcional de acabado exterior que personaliza aún más el vocacional estilo deportivo y de competición que se le presupone a su propietario.
Lo primero que sin duda llama la atención del Spider es su techo duro practicable. Ferrari ha recurrido a un techo duro practicable (RHT) para garantizar un aislamiento acústico óptimo y mayor protección contra los elementos. Además, al ser un hardtop, evita que al circular a altas velocidades con él puesto no se deforme y eso le permite ganar espacio y mayor confort a bordo para los ocupantes, amén de una mayor seguridad cuando se exprimen las capacidades del coche en la pista de un circuito. El diseño del techo no es nuevo. Procede del mismo techo practicable que Ferrari empleó en el 458 Spider de 2011, aunque evolucionado para ocupar sólo 100 litros de espacio en el maletero en lugar de los 150 a 200 litros que es habitual en el segmento. El techo retráctil se puede accionar con el coche en movimiento circulando a velocidades de hasta 45 km/h.
Además, Ferrari emplea en su producción materiales de extrema ligereza como el aluminio, lo que le resta cerca de 40 kilos frente a otros techos duros retráctiles. Y gracias a su ventana trasera eléctrica ajustable garantiza un excelente confort incluso cuando se circula a altas velocidades con el techo abierto.
Para impulsarse, el SF90 Spider recurre a una mecánica híbrida que combina la potencia de un motor térmico 3.9 V8 biturbo de 780 CV con la que proporcionan tres motores eléctricos que adicionan otros 220 CV. Esta unidad de potencia híbrida está acoplada a una transmisión automática de doble embrague con ocho relaciones de marcha. Los motores eléctricos van dispuestos dos en el eje delantero y el tercero sobre el trasero, acoplado a la mecánica V8. Una disposición que no sólo permite al Spider contar incluso con tracción a las cuatro ruedas, en función siempre del modo de conducción seleccionado, sino que también le ayuda a compensar el sobrepeso que significa contar tanto con la mecánica híbrida como con el techo practicable automático. Y es que con todo, el peso del coche alcanza los 1.670 kilos, 100 más si circula con los depósitos llenos de aceite y combustible. Cifras que no llaman la atención si hablamos de un superdeportivo, pero que al ser cabrio resultan más llamativas.
El sistema híbrido obtiene su energía a partir de la electricidad acumulada en su batería de 7,9 kWh, suficiente para impulsar al SF Spider hasta alcanzar los 135 km/h de velocidad punta y recorrer distancias de hasta 25 kilómetros sin necesidad de recurrir al motor de combustión para impulsarse. Suficiente para permitirse entrar en cualquier zona de bajas emisiones sentado en todo un Ferrari.