Lancia… quien te ha visto y quién te ve. De ser una firma de prestigio, con diseños creados por los mejores carroceros sobre automóviles de altas prestaciones y al nivel, incluso, de Ferrari o Aston Martin, a desaparecer del mapa dejando tras de sí un rastro de modelos poco acertados de los que nadie apenas se acuerda. De hecho, resulta bastante complicado ver alguno por las calles, como si tuvieran más de 30 años y se estuvieran retirando de la circulación.
Una lástima que un sello como Lancia haya terminado de esta forma. ¿Qué ha ocurrido? Pues lo que pasa siempre, dejadez, falta de recursos y de interés. Pero no es de eso de lo que queremos hablar ahora, vamos a tratar cosas más interesantes, a recordar uno de los coches que pusieron a Lancia en lo más alto del mundo del automóvil: el Lancia Flaminia Sport Zagato.
Se fabricaron un total de 599 unidades del Lancia Flaminia Sport Zagato
Lancia se fundó en 1906, en Italia obviamente. Desde el principio se caracterizó por la innovación técnica, con diseños muy depurados y soluciones bastante avanzadas. Coches como el Lancia Lambda rompieron los moldes y dejaron viejos a todos los rivales. Este mismo coche, ya que se menciona, tenía un motor V4, suspensiones independientes y una carrocería autoportante. Soluciones totalmente novedosas y sorprendentes en su momento.
Otro ejemplo que demuestra la calidad y las capacidades de Lancia en sus mejores tiempos, es que Juan Manuel Fangio tenía en su garaje un Lancia Aurelia B20GT para sus desplazamientos desde Módena o Maranello hasta las diferentes carreras en las que participaba. Lancia era especial, aunque por desgracia desapareciera de la forma más vulgar.
El Lancia Flaminia seguía en esa dirección, la que tenía como fin los coches de calidad, de prestigio y de altas prestaciones. Presentado en 1957, el Lancia Flaminia fue obra de Antonio Fessia, que llegaba a Lancia para suceder a nada menos que Vitorio Jano, padre del Lancia Aurelia y de otros tantos modelos “de peso” dentro de la historia de la firma italiana. Fessia aprovechó lo creado por Jano y tras leves retoques, creó el Flaminia. El motor, por ejemplo, es el mismo V6 de Jano pero con algunas cosas revisadas, para ofrecer un comportamiento diferente y unas prestaciones más acordes al coche.
Así, la cilindrada sólo ganaba siete centímetros cúbicos (de 2.451 a 2.458 centímetros cúbicos), pero las cotas del motor eran totalmente diferentes, pasando de 78 x 85,5 milímetros para diámetro y carrera del pistón, a 80 x 81,5 milímetros para los mismos apartados. Había dos versiones, una con 119 CV alimentada por un carburador Solex y otra, que con tres carburadores Weber, ofrecía 140 CV. En 1963 apareció un nuevo propulsor de 2,8 litros y 150 CV (para la versión Super Sport). La caja de cambios se colocaba en posición transaxle, junto al embrague y al diferencial, logrando un reparto de pesos muy equilibrado.
La técnica depurada llegaba también a las suspensiones, uno de los apartados más importantes para el comportamiento del coche en carretera. Fessia recurrió a triángulos superpuestos para el eje delantero y un puente de Dion con barra Panhard en el eje trasero.
El Lancia Flaminia es un claro representante de lo que hacía la marca entre las décadas de los 50 y 60, coches con soluciones de vanguardia en aquellos años y además, vestidos por los mejores carroceros. En el caso del Flaminia, tres renombres importantes influyeron en sus formas: Pininfarina, Touring y Zagato. Este último es el que menos unidades fabricó y por tanto, son las más buscadas y valoradas. De hecho no resulta extraño ver unidades que superan los 500.000 euros.
Las primeras 99 unidades fabricadas del Lancia Flaminia Sport Zagato, tenían los faros carenados, pero en 1960 se desechó dicha solución para cumplir con las regulaciones italianas. El resto de la primera serie llevaba faros abiertos al estilo del Ferrari 250 GT SWB contemporáneo
La unidad de las fotografías, un Lancia Flaminia Super Sport Zagato, está a la venta en kidston.com
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.