Llevamos tanto tiempo con las calles repletas de SUV, que ya no recordamos cuando este tipo de coche estaba reservado para segmentos premium, para usuarios adinerados, que veían en estos coches una forma de obtener estatus e imagen. De hecho, la llegada de los SUV fue propiciada por esa tendencia, ya que tiempo atrás, lo que se hacía era comprar un todoterreno, el cual, nunca saldría del asfalto, porque era un coche grande, caro y con una imagen poderosa.
Muchas marcas vieron en esa tendencia un caldo de cultivo inmejorable, como Toyota, a quien se les atribuye la creación, en Europa, del segmento SUV con el RAV4, pero también se aprovecharon de ello los fabricantes de alta gama. Se dice, por lo general, que fue BMW quien explotó el concepto al máximo con su X5, pero en realidad, antes de BMW llegó Mercedes. Concretamente, la firma de la estrella presentó un SUV de alta gama en 1997: el Mercedes Clase M. Es decir, el SUV de Mercedes hizo acto de presencia tres años antes que el BMW X5, modelo que se lanzó al mercado en 1999.
La presentación oficial del modelo se llevó a cabo con motivo del salón de Detroit, en mayo de 1997. Era un coche cuya inspiración fue el Mercedes AAVision, un prototipo mostrado tres años antes bajo el concepto de “un vehículo para todas las actividades”. El motivo de mostrarse en Detroit y no en alguna feria europea, se debía a que Estados Unidos sería el principal mercado para el Mercedes Clase M. En aquel entonces, los SUV no eran tan populares en Europa, pero en Estados Unidos dominaban el mercado junto a los pick-up.
De hecho, el Mercedes W163 –ese es su código interno–, se vendió durante meses únicamente en Estados Unidos, a Europa no llegó hasta marzo de 1998. No obstante, el Clase M estaba lejos de ser un SUV como lo entendemos actualmente, que viene a ser un turismo destinado a circular por asfalto, pero con aspecto de todoterreno, o similar a un todoterreno. El Clase M contaba con aptitudes off road, aunque no llegaba, ni tampoco lo pretendía, al nivel del Mercedes Clase G.
Estéticamente hablando, a nadie se le escapa que desprende aura Mercedes allá donde se mire. Se le podría quitar el logotipo del frontal y aun así, sería igualmente sencillo reconocer que se trata de un modelo de la firma de la estrella. Sin embargo, también es de reconocer, que los diseñadores lograron un equilibrio de formas y de volúmenes destacable, sin caer en un excesivo clasicismo como si ocurría, por ejemplo, con el Mercedes Clase E –el W210, presentado en 1994–. También presumía de un interior modulable y, obviamente, de la calidad de todo Mercedes de aquella época, es decir, altísima.
La producción del W163 se llevó a cabo en Norteamérica, concretamente en Alabama, donde la marca construyó una planta de producción en Tuscaloosa. Además, fue uno de los protagonistas de la película “El Mundo perdido” de Steven Spielberg, la segunda entrega de la saga Jurassic Park –Parque Jurásico–. La primera generación, el W163, se fabricó hasta el año 2001, cuando apareció la segunda entrega.
Si hubiera que destacar alguna versión del W163, sin duda, esa sería el Mercedes ML 430, el primer SUV de la firma alemana equipado con un “gordo” V8. Concretamente, hablamos de un V8 de 4,2 litros capaz de rendir 272 CV y 390 Nm de par, cifras que se aplicaban sobre el asfalto mediante las cuatro ruedas, las cuales, se conectaban al motor a través de un cambio automático de cinco relaciones. No era tan rápido como los “superSUV” actuales, pero para la época era un monstruo. Hacía el 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y podía alcanzar los 210 km/h. No había nada parecido en aquellos años, aunque su propietario necesitaba una buena cuenta corriente para llenar sus 70 litros de depósito cada 500 kilómetros.
Merece la pena mencionar que el Mercedes W163 no era un modelo deportivo, o al menos, no era deportivo como se entiende un coche “para asfalto” –el off road es un deporte de motor, por si alguien no se ha dado cuenta–, como si lo era el BMW X5. El Clase M apostó por el confort, la calidad y una capacidad notable para recorrer kilómetros sin que el pasaje lo notara.
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