Hace un tiempo Pagani preguntó a sus clientes las principales características que debería de tener una versión del Huayra destinada únicamente para ser utilizada en los circuitos de competición en las carreras y eventos que para sus clientes Pagani organiza periódicamente de manera que puedan disfrutar en un ambiente seguro exprimiendo el rendimiento del coche sobre la pista.
Sorprendentemente, los clientes se decantaron por una variante similar a la que, con la misma motivación, Pagani ofrecía en su día sobre la base del Zonda R, modelo que directamente podemos considerar como el predecesor del Huayra, pues ambos se producen con el mismo fin, proporcionar un vehículo puro, pasional, poderoso y cautivado con el que los clientes pudieran disfrutar de emociones y sensaciones sobre la pista de los mejores circuitos del mundo exprimiendo cuanto pudieran sus propios vehículos explorando los límites de velocidad y manejo que cada uno fuera capaz de alcanzar.
Pagani tiene previsto fabricar 300 unidades del Huayra R
Así, el Pagani Huayra R reproduce el mismo camino que el Zonda R y, en lugar de disponer del V12 6,0 litros biturbo de origen Mercedes AMG que monta el Huayra, los ingenieros de Pagani hacen caso a los clientes de la marca y, al igual que ya hicieran con el Zonda R montan para esta versión R del Huayra una mecánica V12 también de 6.0 litros pero atmosférica, con un sistema de alimentación que funciona a 200 bares de presión pues son los propios clientes los que piden retirar los dos turbocompresores para poder disfrutar de un modelo que les permitiera disfrutar de la más moderna y avanzada tecnología mecánica, pero “manteniendo el encanto, la sonoridad, y la simplicidad mecánica que tenían los motores de la F1 en su década más romántica, la de los años 80 del pasado siglo”, tal y como afirma el propio Horacio Pagani.
La profunda necesidad de libertad creativa en el corazón del Huayra R se materializa en las líneas limpias y el atractivo atemporal de los autos de Le Mans y del Campeonato Mundial de Prototipos Deportivos de las décadas de 1960 y 1970. Símbolos de libertad por excelencia y protagonistas de una era del automovilismo que fue sinónimo de batallas y tensión, lágrimas y triunfos, éxtasis y sudor; carreras de resistencia que convirtieron a los conductores en héroes y a los coches sensacionales en leyendas eternas. Este concepto de libertad y pureza inspira las líneas atrevidas del Huayra R, una celebración por excelencia del rendimiento, la tecnología y el arte aplicados a un auto de pista.
«Los coches de carreras de hoy se centran exclusivamente en la aerodinámica y son en gran medida el producto del túnel de viento. En los años 60 y 70, sin embargo, los autos eran muy rápidos, ciertamente peligrosos, pero hermosos. Los prototipos de autos deportivos como el Ferrari P4 o el Ford GT40, o los autos de Le Mans, tenían líneas extremadamente atractivas, que siguen siendo una gran fuente de inspiración para nuestros autos en la actualidad. El Porsche 917 es mi favorito, con su forma romántica pero audaz, que da la impresión de un automóvil muy rápido. Es hermoso, elegante y atemporal. De este deseo de libertad, y de la experiencia del Zonda R y los coches del pasado, surgió la idea del Huayra R, como un soplo de aire fresco «, afirma Horacio Pagani.
El Huayra R es una celebración de la pasión: un automóvil extremo e indómito, desarrollado sin reglas, excepto por la seguridad, con el único objetivo de ofrecer un rendimiento sin concesiones. Pero, ante todo, fue diseñado para emocionar.
El motor del Huayra R ha sido diseñado desde cero por los ingenieros de Pagani en colaboración con HWA AG, especialista que colabora con Daimler Benz tanto en la Fórmula E como en los equipos de Mercedes en el DTM. En su desarrollo, los ingenieros han buscado sobre todo alcanzar la máxima ligereza (apenas pesa 198 kg) y combinarla con el mayor rendimiento. Así, el Huayra R entrega 850 CV de potencia máxima a 8250 rpm (el corte lo tiene a 9000 rpm) y 750 Nm de par máximo entre las 5.500 y las 8.300 rpm,
El motor se ofrece acoplado a un cambio manual no sincronizado de 6 relaciones de marcha, que exige de los conductores del Huayra R rapidez y precisión a la hora de efectuar las transiciones de marcha. Tanto el motor como el cambio funcional como elemento estructural de la arquitectura del Huayra. Están atornillados directamente a los bastidores auxiliares de acero de aleación de cromo-molibdeno como al monocasco central de fibra de carbono del Huayra, pero si por algo destaca esta combinación mecánica es, pese a su tamaño y capacidad, por su simpleza de mantenimiento, similar a la de cualquier motor gasolina de producción en serie. Y sobre todo destaca por que pese a tratarse de un propulsor de muy altas prestaciones, el plan de revisiones establecido por Pagani exige revisiones cada 10.000 km, lo que permite a los clientes realizar varias tracksesions entre sus visitas obligadas al taller.
El Huayra R monta igualmente un nuevo sistema de escape desarrollado específicamente para el modelo hecho de aleación Inconel 625/718, con tubos de un tercio del grosor de los que se usan normalmente en los equipos de automóviles de carretera, y recubierto de cerámica para proteger el compartimento del motor y garantizar una mejor disipación del calor directamente al exterior, todo el sistema cuenta con un peso extremadamente ligero. construcción, desarrollada no solo para garantizar el máximo rendimiento aerodinámico, sino también para brindar a los ocupantes del Huayra R una experiencia acústica sin precedentes. Opcionalmente se le puede dotar con silenciadores para rebajar el rugido que evoca a los F1 de los años 80 para reducirlo hasta que su sonoridad quede dentro del límite de los 110 db que marca la FIA para los circuitos con su sonoridad restringida.
En cuanto a la aerodinámica del vehículo, cada línea y superficie del Huayra R está diseñada para generar la máxima carga aerodinámica, con un objetivo de desarrollo inicial de 1000 kg de carga aerodinámica a 320 km/h y una distancia al suelo que permite alcanzar la máxima eficiencia aerodinámica.
Con respecto a las versiones del Huayra ya conocidas, esta versión R añade dos nuevas tomas de aire laterales en la parte delantera por encima del paso de rueda para garantizar la máxima eficiencia de enfriamiento para el sistema de frenado de las ruedas delanteras además de canalizar el flujo de aire saliente hacia los costados del coche, minimizando así las turbulencias y contribuyendo a generar la máxima carga aerodinámica posible.
Sobre el techo también se ha integrado una nueva aleta central para garantizar la máxima eficiencia de admisión. Estos cambios se combinan igualmente con un nuevo fondo plano en combinación con un nuevo difusor trasero y un alerón distintivo que, aunque no es tan grande como el de las anteriores versiones de Huayra. Contribuye igualmente para generar la máxima carga aerodinámica para el coche, los 1000 kg de carga máxima anteriormente citados.
Pagani tiene previsto realizar una producción de 300 unidades del Huayra R, cada una de las cuales está previsto que se venda en torno a 3 millones de euros (unos 2,6 millones más los impuestos).
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