Convertirse en el vehículo de producción en serie más rápido del mundo sobre el asfalto es la principal aspiración de muchos de los súperdeportivos que mostramos en Blog Premium. Y si en el nombre de tu empresa aparece la palabra Shelby, sin duda el lograrlo pasa de ser un sueño a transformarse en toda una obligación.
Shelby SuperCars, (SSC) no es nueva en estas lides. Desde que en 2007 consiguiera que su SCC Ultimate Aero promediara 412,22 km/h para hacerse con el título de automóvil de producción más rápido del mundo, el título ha ido cambiando de manos en distintas ocasiones, hasta que el Bugatti Chiron Super Sport 300+ lo fijó, en el año 2019, en 490,48 km/h, aunque éste sea un récord sin homologar, ya que el vehículo era aun un prototipo y no se había efectuado la segunda medición (de vuelta) obligatoria para establecer la media.
Esta vez sí. El SSC Tuatara consiguió batir oficialmente el récord de velocidad, que quedó fijado en 455 Km/h
La penúltima intentona fue la del SCC Tuatara, modelo que registró durante una de las fases de pruebas de la primera unidad para clientes un registro de nada menos que 508,73 km/h sobre un tramo de 11 km de largo en la Ruta Estatal 160 a las afueras de Las Vegas, curiosamente el mismo que en 2017 utilizara el Koenigsegg Agera RS para establecer en su momento el registro a batir.
SSC Tuatara: el récord «oficioso»
De todo esto ya os hablamos el pasado mes de octubre, cuando el británico Oliver Webb, piloto habitual en las competiciones de Resistencia y las 24 Horas de Le Mans tras haber pasado por todas las grandes fórmulas de monoplazas, estableció el fantástico registro marcado por el Tuatara. El SCC iba entonces equipado con neumáticos de calle y no de competición, como suele ser habitual cuando se acometen estos intentos. Marcó 484,53 km/h en la primera pasada… ¡y unos realmente increíbles 532,93 km/h en la segunda! Lo que significa una media de 508,73 km/h, según lo establecido en las normas de registro para homologar esta prueba.
Según Webb, el coche “aún podría haber ido más rápido, sentía que todavía tenía fuerza para más. No daba la sensación de haber alcanzado su máximo rendimiento”. Pero su experiencia le llevó a levantar el pie del acelerador debido a los fuertes vientos cruzados que encontró durante el test. Los registros de aquella prueba indicaban que durante los últimos cinco segundos de la misma el Tuatara habría incrementado su velocidad en casi 32 km/h. También habría superado durante la misma el récord de la milla en una vía pública fijándolo en 503,92 km/h y el del kilómetro en vía pública, con un nuevo registro de 517,16 km/h.
En esa ocasión, SSC siguió el procedimiento que los jueces del Libro Guinnes de los récords siguen para certificar y dar validez al registro, utilizando incluso el GPS que emplea los datos de más de 15 satélites para determinar con total precisión tanto la aceleración como la velocidad del coche durante todo el trayecto. Sin embargo, en esa ocasión no había ningún juez de la organización británica presente para dar fe y certificar el registro, puesto que como dijimos se trataba de un test de verificación de la primera unidad del Tuatara antes de ser entregada a su propietario que los ingenieros de SSC utilizaron para poner a prueba el coche de cara a su futuro intento de establecer un nuevo récord.
SSC Tuatara: el récord oficial
Pues bien, ese momento llegó el pasado 17 de enero, cuando el Tuatara, conducido esta vez no por un piloto de competición sino por un particular, su nuevo propietario, alcanzó los 450,1 km/h en una primera pasada y 460,4 km/h en la segunda , eso sí, sobre la pista del Kennedy Space Center en Florida (EE.UU.). Una pista de sólo 3,2 km de largo, en lugar del tramo de carretera de 11 km que utilizaron en la anterior ocasión.
Aún así, fue suficiente como para que el V8 biturbo 5.9 litros que monta el Tuatara exprimiera los 1.269 CV de potencia que entrega con el tipo de combustible que normalmente se encuentra en una estación de servicio convencional para desplazar los 1.274 kilos del coche más los de su conductor para establecer este nuevo récord, esta vez sí, homologado por los chicos del Guinnes World´s Records.
Las diferencias entre los primeros registros y este último conseguido sobre la pista del Centro Aeroespacial de Florida no parecen preocupar a los dirigentes de SSC, quienes según han relatado algunos de los presentes en el evento parece que se encontraban muy tranquilos y confiados de superar próximamente el registro alcanzado. En todo caso, aún les quedan 99 unidades por entregar del coche a los afortunados propietarios que han pagado un mínimo de 1.3 millones de euros por disponer de una de ellas.
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