Decir DeLorean es evocar el mundo de fantasía e ilusión hecho realidad que mostraba el DMC-12. Es volver a los ochenta y rememorar las aventuras de Doc y Marty McFly traspasando los límites del tiempo a su volante. Es recordar aquellas puertas de apertura en vertical y aquel coche de deportivo aspecto y carrocería íntegramente elaborada en aluminio pulido que cautivó a toda una generación y que tan rápidamente como pasó a convertirse en todo un icono del diseño automotriz provocó la rápida desaparición del mercado de la marca.
El DMC-12 fue tan atractivo como destructivo. El arrollador éxito que consiguiera en buena medida gracias a la popularidad adquirida por sus estelares apariciones en la trilogía fílmica de “Regreso al futuro” acabó —al igual que el coche de las películas—, convirtiéndose en un auténtico desastre. Todo el atractivo y la originalidad de su diseño se convirtió de inmediato en una auténtica pesadilla empresarial de cara a la producción en serie del mismo.
Toda la excelencia y atractivo que mostraba el modelo original ocultaba bajo aquella brillante armadura una serie de graves problemas y defectos que terminaron por provocar la quiebra de la empresa. Pese al aparentemente brillante resultado final que el DMC-12 mostraba a ojos de todo el mundo, lo cierto es que se trataba de un vehículo técnicamente subdesarrollado. Su comportamiento sobre el asfalto estaba muy lejos de lo que ya en la época se consideraba como un automóvil deportivo y en cuanto a términos de calidad y producción era todo un auténtico desastre. El coche era excesivamente caro y complicado de producir. El DMC-12 nació con todo lo necesario para predecir su pronta desaparición y garantizar la quiebra de la empresa.
Materiales caros y difíciles de trabajar por aquel entonces, dificultades con los proveedores de los mismos, … Muy pronto, producir el coche resultaba mucho más caro que el precio que por él se obtenía en el mercado, lo que provocó una rápida quiebra de la empresa e impidió su continuidad. Todo ello provocó además que ningún otro fabricante presente en el mercado quisiera en su momento comprar los derechos de la marca y eso que por aquel entonces las adquisiciones y fusiones en la industria automovilística estaban a la orden del día.
Sin embargo, ahora, casi medio siglo más tarde, hay quienes quieren recuperar su impronta, actualizar su diseño y volver a producir el modelo convenientemente actualizado y adecuado a los actuales métodos de producción.
La pasada primavera se anunció en Texas el futuro lanzamiento para 2024 de un modelo, el Alpha 5, que retomaría el legado del DMC-12. DeLorean Motor Company, la empresa que mantuvo el negocio de piezas de repuesto originales de la marca y que aún posee buena parte de las patentes y derechos del fabricante original estaba detrás de aquel anuncio. Sin embargo, apenas unos meses más tarde, ahora otra empresa, De Lorean Next Generation Motors, (DNG), encabezada por Kat DeLorean, hija del propio John Z. DeLorean, creador de la marca y autor del diseño original del mítico coche y del resto de sus productos, acaba de anunciar el lanzamiento de un sucesor del DMC-12 para 2023.
“DMC no tiene cuarenta años ni conexión alguna con la familia DeLorean o el legado relacionado con el DMC-12”, ha querido dejar claro desde el comienzo Kat DeLorean, desmontando así las pretensiones de DMC y su Alpha 5 por hacerse con la teórica sucesión del modelo en el mercado y tratando de establecer una correcta sinecura del mismo a través del nuevo modelo que produciría DNG Motors. Este tomaría como nombre las siglas correspondientes a John Z. DeLorean, JZD, en un claro intento de reivindicar al fundador de la marca y rememorar toda la capacidad creativa de sus diseños.
Según DNG Motors, la producción del nuevo JZD estaría programada para dar comienzo durante el próximo mes de enero de 2023, en unas instalaciones ubicadas en la antigua Motor City de Detroit (Michigan, EE.UU.). Previamente, antes de finales de este mismo año 2022, tendría lugar la presentación oficial del nuevo coche a los medios de comunicación, cuyas primeras imágenes ya se han dado a conocer y comienzan a calentar la imaginación de los seguidores y aficionados a la marca.
En ellas se muestra, al igual que en el DMC-12 original, un vehículo de estilo marcadamente deportivo y dotado con únicamente dos grandes puertas de apertura en forma de ala de gaviota para acceder a un atractivo interior dotado con cuatro plazas, como principales sellos distintivos. Y aunque en el teaser del video del nuevo diseño se escucha de fondo el sonido de un motor de combustión, lo cierto es que la creadora del mismo, la propia Kat DeLorean, explicó en declaraciones a la cadena de TV norteamericana Fox News, que el coche estaría equipado con un sistema de propulsión eléctrico pese a que enfatizó que la decisión final al respecto aún no había sido adoptada.
Aunque por el momento los detalles del mismo facilitados por DNG Motors para su DeLorean son bastante escasos, la empresa ha afirmado que “tras el desarrollo del coche se encuentran algunas de las mentes automotrices más importantes de la industria quienes han trabajado junto con una parte del equipo original que ayudó a crear el primer e icónico DeLorean DMC-12 hace ya más de 40 años”. Según DNG Motors, este modelo no tendría conexión alguna con el Alpha5 dado a conocer por DMG la pasada primavera y cuyo lanzamiento ya se ha anunciado por esta última empresa para 2024. DMG viene mostrando en distintos modelos y ante los medios de comunicación un primer prototipo rodante del coche, tal y como se puede apreciar en este video:
Así las cosas, está por ver cual será el modelo definitivo que verá la luz y llegará antes al mercado. Como todos sabemos, desarrollar un vehículo desde cero no es tarea ni fácil ni sencilla, y mucho menos llegar a poder comercializarlo con las debidas garantías y salvaguardas para los consumidores. La legislación ha avanzado mucho desde los años 70-80 del pasado siglo y situaciones como las que se produjeron con el icónico DMC-12 no son admisibles hoy día. Y por otra parte, a buen seguro que las disputas por el legado entre DMC y DNG Motors serán muchas y, por el momento, ni tan siquiera han comenzado.
DeLorean Motor Company (DMC) surgió inicialmente a partir de DeLorean One, una escisión de la empresa de servicios y piezas de recambio que la DeLorean original fundara en 1985, apenas unos años después de que la fabricante original quebrara por completo. Apenas una década más tarde, tras recomponer su estructura empresarial, aquella empresa secundaria cambiaría su nombre para pasar a llamarse de nuevo DeLorean Motor Company. En su poder se encuentran buena parte del stock de repuestos, componentes, planos, matricería y herramientas que en su día desarrollara y empleara la empresa original, lo que le ha permitido subsistir y convertirse en el principal proveedor de piezas y repuestos para aquellos clientes que aún mantienen una unidad del DMC-12 en su poder. Y estos son sus principales valores para acometer de cara al futuro la producción del Alpha 5 como futuro sucesor del DMC-12
Por su parte, DNG Motors cuenta al frente con la propia hija del fundador de la marca original y creador tanto del diseño como del DMC-12. DNG Motors aspira a convertirse en un “nuevo tipo de empresa de movilidad que la industria nunca antes había visto. Una que se centre en las personas y retribuya a la sociedad”. Para ello cuenta con producir coches y generar empleos sostenibles, así como lanzar nuevos programas de ingeniería para estudiantes y forjar alianzas con otros fabricantes para afrontar los grandes retos y desafíos que la industria automotriz tiene ante sí”.
La lucha, por tanto, está servida. Ambas compañías se disputarán en los próximos meses con sus respectivos proyectos sus derechos a optar a reemplazar el icónico puesto del DMC-12 original en el mercado. Queda por ver cual de las dos lo conseguirá finalmente, siempre y cuando, claro está, ambas consigan realmente lanzar al mercado sus respectivos productos y el público los acepte e identifique como en su día hizo con el icónico coche de Doc y Marty McFly.
Para terminar, un último apunte: ninguno de los dos modelos cuenta entre su equipamiento con un condensador de fluzo, elemento imprescindible para surcar los límites del tiempo. Al menos, ni DMC ni DNG Motors han comunicado que tal elemento forme parte del equipamiento de sus vehículos. Habrá que seguir esperando.
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