En Eventos del Motor claramente consideramos arte a una gran cantidad de vehículos de todas las índoles, tanto por su increíble belleza como por su asombrosa ingeniería.
Es por eso que nos llaman especialmente la atención aquellos artistas que toman como referencia aquello que nos mueve y muestran en sus obras bellos vehículos.
Hoy os queremos contar en este post la historia del coche de carreras pintado por el artista Alexander Calder.
Alexander Calder (1898-1976) fue un ingeniero y escultor estadounidense considerado el gran creador de las esculturas en movimiento. Comenzó creando figuras de animales en madera y alambre, que poco a poco fue simplificando hasta que descubrió que ganaban en dinamismo si se movían en realidad. Nacieron así sus innovadores móviles o chupin (juguetes móviles colgantes), que acabarían por ser el germen de la escultura cinética. Su obra más importante son las monumentales «Nubes flotates» del Aula Magna de la Universidad central de Venezuela en Caracas, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Estas nubes fueron creadas para combinar arte y tecnología, haciendo del auditorio una de las salas con mejor acústica del mundo.
Lo que poca gente sabe es que Calder también pintó en los años 70 un coche de carreras, que supuso el punto de partida del movimiento artístico Art Car, en el que colaboraron los artistas más importantes de la época, como Andy Warhol, Lichtenstein o Jeff Koon, entre otros.
El proyecto inicial, lanzado por el subastador parisino Hervé Poulain, buscaba unir arte e industria personalizando un coche con el que participar en las 24 horas de Le Mans, para lo que contó con Alexander, creando el primero de los integrantes de este conocido movimiento, un BMW 3.0 CLS.
¿Quieres ver las imágenes sobre cómo se fraguó esta historia? No te pierdas el siguiente vídeo.
Fuentes: wikipedia, historia-arte.com, arte.tv.