Quizá no te hayas dado cuenta, es una de esas cosas en las que no te fijas por costumbre y porque el paso del tiempo apenas se nota hasta que te fijas, pero el Porsche Cayenne cumple en 2022 nada menos que 20 años. Dos décadas de historia de un coche que actualmente, es uno de los más vendidos de la firma alemana y el coche al que muchos puristas, aunque les escueza, tienen que dar las gracias porque sin el Cayenne, Porsche posiblemente sería muy diferente a como lo es hoy.
Para que se pueda entender la importancia del SUV en la gama de Porsche, solo vamos a dar un dato: se fabricó la unidad 1.000.000 en el año 2020, concretamente a finales de año, en diciembre. Se trata de una cifra nada despreciable para un coche cuyo precio lo reserva únicamente para los clientes más pudientes económicamente hablando. Es un rotundo éxito, un best seller que después de 20 años en producción, sigue manteniendo el mismo estigma de ser un SUV firmado por Porsche, algo similar a los modelos de motor delantero, que por muy buenos que sean, seguirán siendo rechazados por los más puristas.
Y por ello, o quizá también por ser un SUV y no un deportivo, es posible que el Porsche Cayenne nunca se convierta en un clásico de colección, o puede que sí, el mundo de los coches de colección es muy volátil y podría ocurrir que las versiones diésel se conviertan en las más cotizadas, ¿Quién sabe? El caso es que gracias al Cayenne, Porsche sobrevivió a una de las peores épocas que ha sufrido y gracias al Cayenne, podemos disfrutar de coches como el Porsche 718 Cayman GT4 o el brutal Porsche 911 GT2 RS.
Los años 90 no fueron fáciles para Porsche
Todo comenzó, aproximadamente, en 1986, cuando Porsche comenzó a pasar por dificultades económicas. La caída del dólar, una estrategia de modelos que no fue acertada y unos elevados costes de producción, pusieron a la firma alemana contra las cuerdas. A finales de los años 90 las cosas iban todavía peor, con una caída de las ventas notable. En 1991 solo se vendieron 23.000 unidades y a finales de 1992, las pérdidas alcanzaban los 240 millones de marcos alemanes, casi 123 millones de euros (sin incluir inflación). Eran malas noticias para una empresa que, en realidad, en aquellos años, era muy pequeña, no era el gigante que tenemos actualmente.
Pero no acabaron ahí las cosas, porque las ventas siguieron cayendo en picado, marcando en 1992/1993 el peor momento de Porsche. Solo fueron capaces de vender 14.362 coches, una cifra que auguraba un final poco halagüeño para los alemanes. Las ventas iban realmente mal. Pero en la marca no se dieron por vencidos y comenzaron a trabajar para intentar solventar la situación y presentaron, con motivo del Salón del Automóvil de Detroit de 1993, el prototipo del Porsche Boxster, cuya acogida fue bastante buena. No tardó mucho en entrar en producción y junto al Porsche 911, el único modelo que la marca nunca dejará de fabricar, las ventas aumentaron hasta los 32.000 coches en 1996.
El Porsche Cayenne se anunció en 1998, aunque no se usó su nombre definitivo, se anunció como un “vehículo deportivo y todoterreno”
Fue entonces cuando comenzaron a surgir los rumores sobre la llegada de un SUV a Porsche. Bueno, en realidad todavía no se les denominaba SUV y en realidad se pensaba en un todoterreno en la gama del fabricante alemán. Hoy día no parece nada raro, un SUV en la gama de un fabricante de automóviles es de lo más normal e incluso resulta raro que no haya uno. Son los coches que actualmente todo el mundo quiere, los más vendidos y también, los que más quieren vender las marcas porque dejan mayores márgenes de beneficios (sí, son más caros sin costar realmente más). Ahí está el Lamborhgini Urus y el futuro Ferrari Purosangue. Ahí está el Bentley Bentayga o el Rolls-Royce Cullinan. Y el culpable de la existencia de todos ellos, o al menos, un poco culpable, es el Posche Cayenne.
Pero volvamos de nuevo al hilo de la historia. Mientras Porsche lanzaba un nuevo coche deportivo, el Boxster, los rumores sobre el todoterreno de Porsche seguían dando que hablar. En aquellos años, Internet no era ni un atisbo de lo que es hoy día y las revistas impresas seguían teniendo una importancia máxima. Actualmente siguen teniendo mucha importancia y mantienen su estatus, pero ya no tienen el tirón que tenían anteriormente. Pero a finales de los 90, las revistas era la principal fuente de información y no se perdía la oportunidad de poner el todoterreno de Porsche en portada.
Un auténtico Porsche
Mientras esos rumores seguían dando mucho tema de conversación, Porsche trabajaba con Volkswagen y Audi en el proyecto “Colorado”, un proyecto que acabó dando a luz al Volkswagen Touareg, al Audi Q7 y al Porsche Cayenne. La colaboración en el proyecto tenía requisitos muy claros: tenía que ser potente, ofrecer grandes cualidades dinámicas y ser adecuado para todo tipo de terreno. Porsche iba a crear un coche con cinco puertas, cinco plazas y adecuado para hacer las funciones de coche familiar, pero con el talante deportivo de todo modelo que salía de sus líneas de montaje. Iba a ser el primer Porsche de cinco puertas, pero tenía que ser un auténtico Porsche.
Porsche lideró el desarrollo del proyecto “Colorado”, pero tuvo que hacer algunas inversiones. Por ejemplo, como no había capacidad en la planta de Weissach, alquiló una fábrica de 3.800 metros cuadrados en el polígono industrial “Nord” de Hemminguen, una pequeña ciudad de 8.000 habitantes. A esa fábrica se le realizaron algunas modificaciones, así como un aparcamiento de varias plantas al lado para el personal, los transportes y los prototipos. Una fábrica que fue compartida con Volkswagen, que estaba trabajando en su Touareg.
Durante su desarrollo, el Cayenne visitó en alguna ocasión España, aunque hay mucha gente que no lo sabe. Estuvo en muchos lugares tradicionales, como Nürburgring, el Círculo Polar Ártico y Australia, pero también estuvo en Bassella, en la provincia de Lérida. Allí, Porsche desarrolló las capacidades todoterreno del Cayenne con la ayuda de una prestigiosa academia de todoterreno. Las pruebas se hacían de noche, para que nadie pudiera ver que se estaba llevando a cabo y como curiosidad, usaron unos depósitos de combustible con forma humana, que se colocaron en los asientos traseros sin la necesidad de repostar y así, evitar miradas indiscretas en las gasolineras.
Finalmente, el Porsche Cayenne se anunció en 1998, aunque no se usó su nombre definitivo, se anunció como un “vehículo deportivo y todoterreno”. Al mismo tiempo, la marca comenzó la construcción de una nueva planta de montaje en Leipzig, que estuvo acabada dos años después, siendo una enorme inversión que, de no haber funcionado comercialmente en Cayenne, habría supuesto el cierre definitivo para Porsche. La ceremonia de apertura de la planta, en agosto de 2002, aunque la presentación oficial se realizó un mes más tarde, en septiembre, con motivo del Salón del Automóvil de París.
El resto, a partir de aquí, es historia que todos conocemos. No obstante, merece que se destaquen algunas cosas. Por ejemplo, la versión más potente fue el Porsche Cayenne Turbo S, que llegó a tener 521 CV y era capaz de completar el sprint hasta 100 km/h desde parado en 5,2 segundos y de alcanzar los 270 km/h. También merece recordar que, de la primera generación, incluyendo el restyling, se vendieron 276.000 unidades y de la segunda, incluyendo también restyling, 300.000 ejemplares.
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