GUILLERMO LOPEZ – 6 JULIO, 2020
50 años, 25 películas y millones de seguidores en todo el mundo. Las aventuras de 007 tienen un gran éxito en la gran pantalla y buena parte del mismo y del mito en el que se ha convertido el agente británico la tiene su coche más icónico, el Astón Martin DB5 que estrenó para enfrentarse a Goldfinger y cuyos gadgets y trucos estarán a partir de ahora a disposición de 25 de los clientes de la marca gracias a la nueva serie especial DB5 Goldfinger Continuation.
Hasta el próximo mes de octubre no podremos disfrutar de una nueva entrega de la vigésimo quinta película de James Bond, “No time to die” (“Sin tiempo para morir”, en castellano). En ella, el agente británico creado por Sir Ian Fleming se pondrá nuevamente al volante del que ha sido y es uino de sus más fieles compañeros de aventuras y, también, uno de los más maltratados por él: su Aston Martín DB5 color plata y matrícula BMT 216A.
Desde su primera aparición en “Goldfinger”, la tercera entrega de la cincuentenaria saga, el Aston Martin DB5 ha sido un fiel compañero para Bond en nada menos que ocho de las 25 películas “legitimas” de 007 (hay tres más externas a la misma, dos de ellas bajo el título “Casino Royale” y una tercera, “Never say never again” (Nunca digas nunca jamás” en español), siendo con mucho, el modelo más vinculado al personal estilo de Bond de cuantos aparecieron en todas sus películas..
Curiosamente el DB5 no fue originalmente estrenado en la pantalla por Bond, sino que fue otro agente británico, The Saint, (El Santo) quien lo estrenó en 1964 como montura para sus aventuras en el episodio titulado “El deportista noble” de la popular serie británica de los años ’60 del pasado siglo. Aquel vehículo, que montaba el chasis original DP/216/1 DB5, tenía la misma matricula BMT 216A que llevaría el coche la unidad utilizada por Bond en Goldfinger y que posteriormente se recuperaría nuevamente para la saga en “Skyfall” la vigesimotercera entrega de la misma y en la que sufre el mayor destrozo y número de desperfectos de sus ocho apariciones en la misma, hasta el punto de acabar prácticamente destruido. La unidad utilizada en aquel episodio de “El Santo” presentaba un acabado exterior en color rojo oscuro, mientras que en las películas de la saga Bond siempre ha lucido un color plata azulado.
Aquella primera unidad cinematográfica también fue utilizada en 1981 en una película muy relacionada con el mundo del automóvil, como fue The Cannonball Run (Los locos de Cannonball, en español). Y esto da pie a otro dato interesante en la actividad cinematográfica del Aston Martin DB, y es que tanto en esta última película como en aquel episodio de “El Santo”, el encargado de conducirla en ambas ocasiones fue el actor británico Roger Moore, curiosamente el actor que mayor número de interpretaciones suma hasta la fecha en el papel de James Bond, pese a lo cual jamás se puso al volante de este modelo en ninguna de las 7 películas en las que interpretó a 007.
El Aston Martin DB5 surgió como serie derivada directamente del DB4, al que mejoraba ofreciendo un motor de 4.0 litros en lugar del tradicional 3.7 del DB4, también elaborado en aluminio y con arquitectura de 6 cilindros en línea. Incorporaba igualmente una nueva y avanzada transmisión ZF de cinco relaciones de marcha, salvo en algunas de las primeras unidades de la serie, que mantuvieron el cambio manual de cuatro relaciones de marcha que montaba el DB4. Con aquella nueva combinación, el DB 5 proporcionaba de serie 282 CV (210 kW) de potencia y 390 Nm de par máximo a 3.850 rpm, gracias a lo cual alcanzaba los 233 km/h de velocidad máxima, acelerando de 0 a 100 km/h en 8 segundos.
Esta configuración mecánica, estrenada por la versión de alto rendimiento Vantage del DB4, fue la que se utilizó como estándar en la serie del DB5 desde su lanzamiento comercial en septiembre de 1963. La serie del DB5 también dispuso de versiones dotadas con transmisión automática, en este caso, con una caja Borg-Warner DG de tan solo tres relaciones de marcha, que fue reemplazada poco antes de cesar la producción del modelo por una Borg-Warner Modelo 8, antes de que el DB6 terminara sustituyendo al DB5 en la gama de Aston Martin.
Además de la configuración estándar del DB5 estrenada en 1963, la gama del atractivo deportivo británico dispuso también de una variante Vantage (introducida en 1964), con un motor dotado de tres carburadores SU HD8 y con el árbol de levas mejorado, gracias a lo cual entregaba 325 CV (242 kW) de potencia máxima a 5.500 rpm. De aquella serie se produjeron 65 unidades, todas ellas sobre la carrocería coupé del modelo, puesto que en la gama hubo otras dos variantes posible: la convertible y un shooting brake. De la primera se produjeron 123 unidades (19 con el volante a la derecha) con techo de lona de serie y, opcionalmente, con un hard-top metálico. Acabada la producción del modelo en 1965, Aston Martin utilizó los últimos 37 chasis disponibles del DB5 para elaborar con ellos una pequeña serie bajo la denominación Volante de chasis corto (aunque con las mismas dimensiones del DB5) siendo este el primer Aston Martin que como tal recibió la denominación Volante en el nombre del modelo.
Por último, también se realizó un prototipo del modelo con carrocería Shooting Brake. David Brown, el industrial que adquirió Aston Martin y condujo a la marca británica a los momentos más gloriosos de su historia —las siglas DB corresponden a las iniciales de su nombre— fue quien solicito personalmente a los ingenieros de Aston Martin que la construyeran para así poder unir dos de sus grandes aficiones, la caza y la conducción de un DB5. Los ingenieros recurrieron entonces al ingenio de Harold Radford, carrocero independiente, quien modificó una corta de serie de 12 variantes coupé para satisfacer el deseo de Brown. Curiosamente, las ópticas traseras de aquel modelo las proporcionó el fabricante británico Triumph, y fueron adoptadas por los DB6. Una de aquellas unidades del DB5 Shooting Brake se subastó en agosto de 2019, alcanzando 1,57 millones de euros, lo que actualmente le convierte en el modelo Shooting brake más valioso de la historia.
El origen de la presencia del DB5 en las películas de Bond nace en 1963, cuando Aston Martin buscó fórmulas originales con las que promocionar el lanzamiento comercial de su nuevo deportivo de altas prestaciones, buscando con ello alcanzar una fuerte notoriedad que le permitiera rivalizar con otras grandes marcas del segmento (en especial con Ferrari, con la que siempre mantuvo una gran rivalidad, especialmente durante la presencia de David Brown al frente del negocio. Tras de unas duras negociaciones, y para evitar pagar el alto precio que desde Aston Martín se pedía por el coche, finalmente los productores de Bond consiguieron convencer a los directivos de Aston Martin de que les cedieran el prototipo utilizado ya para la promoción del modelo en la serie El Santo, unidad que fue repintada en la factoría de Newport Pagnell (Buckinghamshire) cambiando su color del Dubonnet Red original que disponía al Silver Birch que ha mantenido en su apariciones en la gran pantalla junto a Bond.
Desde entonces, y pese a mantener todavía en propiedad algunas de las unidades anteriores, la productora ha ido adquiriendo algunas unidades más del DB5 en diferente estado de conservación para poder utilizarlas en los sucesivos rodajes de las películas de la serie Bond.
Y ahora, apenas unos meses antes del estreno de la película 25 de James Bond (parece que finalmente tras muchos avatares empresariales y la pandemia del COVID-19 será el próximo 4 de octubre, en Londres) y en conmemoración de los 55 años del inicio de la saga, Aston Martin ha presentado la que es la primera unidad de su nueva serie DB Golfinger Continuation, elaborada por muchos de los artesanos e ingenieros más talentosos del Reino Unido.
Este DB5 “Job1” es el primero que en más de medio siglo construye Aston Martin desde que finalizó la producción del modelo y la primera unidad de su nueva división Continuation, en la que, gracias a la nueva tecnología de impresión 3D de piezas antiguas ya descatalogadas y a la labor artesanal con la que Aston Martin afronta sus vehículos, el fabricante tiene previsto ir reeditando periódicamente pequeñas series especiales de algunos de los modelos más emblemáticos de su historia como fabricante de automóviles., aunque en esta ocasión los coches saldrán de las cadenas de producción de Crowe y no de las de Newport Pagnell (Buckinghamshire) donde originariamente se produjeron las series del DB5.
Como principal peculiaridad de esta nueva serie de 25 unidades, hay que contar que todas ellas serán excepcionales, pues todas dispondrán de los gadgets que 007 tenía en su coche para sorprender a cuantos pasajeros se suban a ellas. Eso sí, por cuestiones de seguridad, los asientos ejectables no les expulsarán realmente, aunque sí que les proporcionarán alguna sensación que seguramente les sorprenderá.
Los dispositivos espía integrados en la serie DB5 Goldfinger Continuation serán el sistema de pantalla de humo trasero, la simulación del sistema trasero de riego de aceite en la calzada (por razones obvias de seguridad no expulsará aceite), placas de matricula delantera y trasera giratorias (triple placa), ametralladoras dobles simuladas en el frontal del vehículo, escudo trasero antibalas, arietes delanteros y traseros, simuladores de protección de neumáticos, panel del techo del asiento del pasajero extraíble, pantalla con mapa y radar de seguimiento simulado en la columna central entre los asientos, teléfono integrado en la puerta del conductor, pomo de la palanca de cambios con botón de activación de sistemas, reposabrazos y consola central con elementos de conmutación y mandos de sistemas integrados a bordo, bandeja oculta bajo el asiento del pasajero con armas ocultas, mando a distancia para la activación de sistemas, etc.
Todas las unidades de la serie especial se terminarán con el color original del coche Bond, es decir en color Silver Birch, y serán elaboradas siguiendo los altos estándares de calidad, construcción y fiabilidad que Aston Martin aplica actualmente a sus modelos, aunque en este caso se apliquen sobre las piezas y elementos originales de las series AM DB5. La configuración mecánica de los coches será la misma que incorporaba el DB5 original, es decir, el bloque de seis cilindros en línea y 4.0 litros de capacidad de 290 CV, aunque en este caso unido a una caja de cambios manual ZF de cinco velocidades. Los nuevos DB5 serán todos de propulsión trasera y, para mayor seguridad, dispondrán todos de diferencial mecánico de deslizamiento limitado.
Frenos y suspensiones seguirán igualmente los esquemas tradicionales del modelo, aunque mejorados con materiales modernos para proporcionar mayor seguridad a la conducción. Así, contarán con frenos de disco hidráulicos servoasistidos tipo Girling en las cuatro ruedas, dirección de cremallera y piñón (en este caso sin asistencia). La suspensión estará elaborada con unidades de bobina con amortiguadores, muelles helicoidales y barra estabilizadora en el eje delantero, mientras que en el trasero su configuración será la clásica de eje de brazos tirados y acoplamientos tipo Watt.
“El DB% es, sin duda, el coche más famoso del mundo por su vinculo durante más de 50 años con James Bond. Ver el primer coche de la serie ya terminado y darnos cuenta de que se trata del primer nuevo DB5 que hemos construido en más de medio siglo sin duda ha sido realmente un gran momento para todos”, afirma Marek Reichmanm director creativo de Aston Martin Lagonda, para quien “haber participado en la creación de este nuevo DB5 y ayudar a liderar la creación de nuevas versiones de este icono automovilístico supone, además de un gran privilegio, una gran responsabilidad.”.
Las primeras entregas de unidades de la serie a sus compradores ya han dado comienzo. Para Reichmann, “los afortunados 25 propietarios de estos coches estarán encantados con ellos. Estoy completamente seguro”.